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Política
La espada de Bolívar fue la protagonista de la posesión
Iván Duque dijo que no la prestaba para el acto, pero una vez asumió como presidente, Gustavo Petro ordenó llevarla a la Plaza.
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Lunes, 8 de Agosto de 2022

Uno de los símbolos que marcó la posesión de Gustavo Petro como nuevo presidente de Colombia y que a la vez le dio pie a un hecho inédito en la toma de juramento de un jefe de Estado, fue  la espada de Bolívar.


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El traslado de este representativo objeto a la Plaza de Bolívar para el acto central de investidura fue negado a última hora por el saliente presidente Iván Duque, pese a que ya se había acordado previamente.

No obstante, una vez tuvo puesta la banda presidencial, Petro le dio la orden a la Casa Militar para que llevaran de inmediato la espada, contradiciendo la instrucción que había dejado su antecesor.

Este momento causó gran sorpresa e intriga, por cuanto la pregunta era, ¿qué iba a suceder dentro de la Casa de Nariño cuando los delegados del nuevo presidente llegaran a cumplir su orden?


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En vista de que el asunto no estaba en el programa, el presidente del Congreso, Roy Barreras, tuvo que decretar un receso de 10 minutos en la posesión, mientras se resolvía el traslado del simbólico elemento que para Gustavo Petro era altamente significativo.

Esta espada tiene tanta historia que hoy sumará una más: el porqué se demoró en llegar a esta plaza”, dijo  Petro al momento de dar la orden que, incluso, se interpuso en la posesión de Francia Márquez como vicepresidenta de la República.

La espada, resguardada en una caja de cristal y custodiada por cuatro soldados del Batallón Guardia Presidencial, finalmente salió de la Casa de Nariño escoltada, además, por un séquito de hombres y se convirtió en el foco de la transmisión oficial.

Tras su arribo a la tarima principal, donde Petro la esperaba, el recién posesionado mandatario, visiblemente emocionado, dio inicio a su primer discurso en el que no pudo evitar hacer alusión a la importancia que representaba para él contar con este símbolo.

“Llegar aquí, junto a esta espada, para mí es toda una vida, una existencia. Esta espada representa demasiado para nosotros y nosotras, y quiero que  nunca más esté enterrada, que nunca más esté retenida; que solo se envaine, como dijo su propietario, el libertador, cuando haya justicia en este país. Que sea del pueblo. ¡Es la espada del pueblo! Por eso la queríamos aquí, en este momento y en este lugar”, manifestó Petro antes de comenzar su intervención.


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El presidente se aventuró, incluso, a proponer que quizás esta misma espada se pueda volver un hecho permanente en el protocolo de las transiciones de los próximos presidentes de Colombia.

“Que los acompañe siempre, que las acompañe siempre, la espada libertaria de Bolívar”, dijo Petro con la voz entrecortada.

Esta espada fue hurtada en 1974 por el M-19, movimiento insurgente del que hizo parte Gustavo Petro, y  que se convirtió en un símbolo de su lucha hasta el desarme. En 1991 fue entregada por Antonio Navarro, quien fungió como comandante de la desaparecida guerrilla.

 

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