El entusiasmo con el que arrancó el nuevo Congreso de la República y la rápida conformación de una coalición de Gobierno sólida se ha comenzado a traducir en preocupación e incertidumbre.

Luego de tres meses de trabajo, la ambiciosa agenda legislativa que se proyectó como parte de la apuesta de cambio con la que llegó a la Presidencia de la República Gustavo Petro empieza a enredarse y el desorden ya le está pasando factura a las iniciativas.

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El propio ministro del Interior, Alfonso Prada, admitió que a la agenda que piensan liderar en esta primera legislatura “le cogió el tiempo”, especialmente a los proyectos de acto legislativo o reformas.

La representante a la Cámara por la Alianza Verde, Catherine Juvinao, no pudo ocultar su preocupación por la suerte que podrían correr proyectos importantes y advirtió que el Gobierno se demoró en llevar las iniciativas al Congreso, razón por la cual van a terminar acumulándose y aprobándose contrarreloj.

“Falta organización en la agenda. Nos van a poner en la última semana de sesiones a votar todos los proyectos sin el tiempo debido, sin los debates profundos. Soy la primera en tener confianza en el presidente Petro, pero eso no quiere decir que se afecte de esa manera el trámite legislativo”, alertó la congresista de la coalición de Gobierno.

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Y es que esta semana, por ejemplo, la reforma constitucional que crea una corte especial o jurisdicción agraria apenas logró tener la aprobación del informe de ponencia en la Comisión Primera de Cámara.

El jefe de la cartera política les pidió a los representantes aprobar el proyecto sin mayor discusión y esperar a que esta se diera en la votación de la plenaria, pero los integrantes de la Comisión, que en su mayoría son de Gobierno, no acogieron su llamado.

Esta es una de las reformas claves  para el presidente, pues se constituye en una herramienta necesaria para poder avanzar con el proceso de entrega de tierras a los campesinos en el país, una promesa de campaña.

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No obstante, por ser una reforma constitucional, requiere de ocho votaciones y las primeras cuatro se tendrán que dar antes del 16 de diciembre, cuando terminan las sesiones ordinarias.

Pese a su importancia, su inmediato futuro no está claro, porque si bien ya se empezó a votar, aún no hay fecha para la próxima sesión, lo que hace más incierto su desenlace.

Ausencia del Gobierno

Un aspecto adicional que se le ha reprochado al Gobierno en lo que va corrido del periodo de sesiones en el Congreso, es la falta de acompañamiento a los proyectos, por parte de los ministros.

Esta semana, la propuesta que buscaba impulsar una reforma al sistema electoral, presentada por los senadores Humberto de la Calle y Ariel Ávila, terminó hundida en el primer debate, sin que el ministro del Interior, Alfonso Prada, estuviera presente.

El malestar no se hizo esperar y los autores de la iniciativa no dudaron en reclamar la falta de acompañamiento del Ejecutivo.

“La ausencia del Gobierno tenemos que lamentarla; de alguna manera hay una resistencia al cambio. Me sorprende que esa resistencia no haya sido vencida por la coalición del Gobierno que ha sostenido que este es el Gobierno del cambio”, manifestó Humberto de la Calle.

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