Iván Marulanda Gómez es un político de carrera. Fue compañero de lucha del inmolado Luis Carlos Galán. La muerte de este no lo sacó de ese camino.
Siguió y en esta etapa apoya la causa de Sergio Fajardo y es senador por el Partido Alianza Verde. Hace dos semanas estuvo en Cúcuta exponiendo ideas y animando a los candidatos de su colectividad para las elecciones de octubre.
Sobre la actualidad política Marulanda habló con La Opinión.
¿Cómo ve al Congreso con respecto a las soluciones que requieren los problemas de la nación?
Hacía 30 años no iba al Congreso. Era compañero de Luis Carlos Galán en aquel tiempo. El cambio ha sido inmenso. Entonces había partidos políticos que tenían historia e ideología. Ahora no. Cada congresista es una empresa electoral. El Capitolio es más un templo de mercaderes que de doctrinas.
¿Cuál es la posición de los partidos en ese desajuste?
Los partidos políticos tradicionales se acabaron, son franquicias que agencian avales. Los partidos nuevos son demasiado nuevos, hay que esperar a ver si cuajan.
¿Qué aporta la oposición?
Estudio de los temas públicos con sentido crítico, investigación, visiones distintas, creatividad, vigilancia. Si no fuera por la oposición, estaríamos en dictadura.
¿Está en retroceso el acuerdo de paz con las Farc?
Sin duda. El Gobierno y su partido el Centro Democrático hacen lo que pueden para volverlo trizas. Ya lo habían anunciado y lo están cumpliendo. Mire nada más, el presidente no quiso sancionar la ley de la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP. Se equivocó. Al fin la tendrá que sancionar. En el Congreso le estamos devolviendo sus objeciones por improcedentes. Está derrotado.
¿Y frente a los grupos armados que siguen en el conflicto, cree posible otra negociación para su desmovilización?
No. El presidente Duque no tiene la fuerza política para buscar esos acuerdos de paz. Si intenta, lo regañan. Mientras tanto la situación de orden público se vuelve inmanejable.
¿Cree que el narcotráfico sigue siendo una fuerza influyente en Colombia?
El poder del narcotráfico es enorme en Colombia, no el poder de los narcotraficantes, sino del narcotráfico. Corrompió todo: los negocios, la economía, la administración pública, el medio ambiente, la fuerza pública, la justicia, la política, las elecciones… todo. La política antidrogas fracasó, está destruyendo a Colombia. Tenemos que zafarnos de esta locura. Hay que descriminalizar la droga si no queremos que el país termine siendo el cementerio y el basurero del hemisferio.
¿Qué opina de la participación del Gobierno de Colombia en la oposición al de Venezuela en cabeza del presidente Nicolás Maduro?
El presidente de Colombia no tiene por qué inmiscuirse en la política interna de otros Estados. Maduro es un dictador, un delincuente, pero deben cambiarlo los venezolanos. Además, Duque tiene mucho trabajo aquí y no lo está haciendo. Que haga su tarea y no pierda más tiempo.
¿Cuál es su lectura de la migración venezolana?
Los venezolanos son nuestros hermanos, los recibimos en Colombia lo mejor que podemos, es nuestro deber y es su derecho. Nuestro pueblo está haciendo historia con su comportamiento ante la tragedia de la diáspora venezolana.
Su opinión sobre el rumbo del presidente Iván Duque.
El presidente Duque es un joven inexperto metido en camisa de once varas… no estaba preparado para gobernar. Va mal y el país paga la cuenta.
¿De las elecciones de octubre qué espera?
Alianza Verde crece como espuma, vamos a ser la revelación. La gente está cansada de la corrupción y de la inutilidad de los partidos y los políticos de siempre. Los vamos a derrotar.
¿Para su movimiento político, qué representa Norte Santander?
El apoyo de Norte de Santander a nuestro candidato Sergio Fajardo fue impresionante. Para nosotros esto es compromiso. Trabajamos en escenarios críticos del departamento, la frontera con Venezuela, sus oportunidades y su problemática, y el Catatumbo, enormes problemas y enormes oportunidades. Y en el gran tema ¡la corrupción! hay que quitarles el poder a los bandidos. Esa es nuestra agenda.
¿Hace falta Luis Carlos Galán?
Desde el día que lo mataron hasta hoy, hemos perdido 30 años… “y la noche que llega”… Si estuviera vivo, Colombia iría 30 años adelante, estaríamos volando… la pérdida ha sido inconmensurable.
