Ecologistas de la región han emprendido una campaña de arborización en la vera del camino peatonal que conduce hacia el santuario del Agua de la Virgen, donde apareció la imagen de la patrona de los ocañeros.
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El campesino Eliumer Ibáñez Pérez coordina la siembra y el cuidado de las especies nativas en el lugar de peregrinación. “Es una labor muy bonita para dejar a las futuras generaciones un ambiente sano”, indica el agricultor quien tiene una venta de tamales en el paso peatonal.
En medio de la atención al público entrega mensajes ecológicos para el cuidado de los recursos naturales.
En la fuerte temporada de sequía toma sagradamente la regadera y procede a refrescar el ambiente con las plántulas. “Podemos respirar aire puro y lo más importante que los árboles protegen las cuencas hidrográficas. Yo no permito que se extraiga madera y estoy vigilante para orientar a los jóvenes sobre la protección de los bosques”, reitera.
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Asegura que muy cerca está la reserva de aves y en las horas de la mañana se escucha el canto de los pajaritos. “Aquí viene mucho turista de diferentes rincones del país e incluso internacionales ya que consideran el Santuario como un remanso de paz”, señala el labriego que de manera silenciosa hace los aportes a la naturaleza.
Un paradigma a imitar
El líder comunal Mario Castellanos Chinchilla indica que el objetivo es crear conciencia sobre la protección del medio ambiente.
“Se imaginan ustedes que cada habitante se comprometiera con sembrar al menos un árbol tuviéramos más de cien mil plantaciones en las orillas de los ríos, laderas y reservas forestales”, agrega.
En esa iniciativa es avalada por las entidades ambientales quienes se encargan de aportar el material vegetal y los fertilizantes para mantener la conciencia ecológica.
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“En Ocaña se ha emprendido con la filial Cenit de Ecopetrol un programa agroecológico donde vinculan a mujeres del campo en la siembra de especies nativas. Esa tarea hay que continuarla con los planes del gobierno nacional”, resalta Castellanos Chinchilla.
Un túnel verde
El empresario y ecologista Gustavo Adolfo Ibáñez es el promotor de la idea de generar un túnel verde en el sendero que conduce hacia el santuario donde se venera la imagen de la virgen de la Torcoroma.
Dentro de los planes de amoblamiento turístico, paisajístico y ambiental está la iniciativa de plantar especies nativas desde la vereda La Pradera hasta el corregimiento Agua de la Virgen.
Se han sembrado 242 individuos forestales y hecho el acompañamiento a las comunidades para que hagan parte del proceso y no dejen morir esos arbolitos. “Hemos tenido algunas dificultades en sectores despoblados, debido al sistema rocoso de la montaña, pero con empeño y dedicación de los campesinos sacaremos adelante esos proyectos”, recalcó.
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El líder comunal también trabaja en la adquisición de predios para declararlos como reserva forestal de la cuenca que abastece el acueducto independiente de la Ciudadela Norte de Ocaña.
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