Es imperiosa la necesidad de implementar un sistema cartográfico para definir las zonas de mayor contaminación acústica como insumo a las políticas públicas encaminadas a mitigar los efectos del ruido en el municipio de Ocaña.
Así concluyeron expertos en la materia durante las mediciones realizadas en el marco del día sin carros y motocicletas en la ciudad, durante el cual las entidades recopilaron información para el procesamiento de datos y con base en las estadísticas formular proyectos destinados a disminuir la contaminación ambiental en esta zona del país.
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El coordinador del Laboratorio de Calidad del Aire de la facultad de Ciencias Agrarias de la universidad Francisco de Paula Santander, seccional Ocaña, magíster en gestión y auditoría ambiental, Alexander Armesto Arenas explicó la importancia de fortalecer la red de monitoreo a través de un mapa de ruido como lo establece la resolución 0627 del 7 de abril de 2006. “El más reciente censo del DANE señala que el municipio sobrepasó la cifra de los cien mil habitantes y se requiere el diseño de esa herramienta para desarrollar trabajos conjuntos en cuanto a la contaminación auditiva y material particulado”, señala.
El encuentro de las autoridades ambientales se registró en el parque principal 29 de mayo para analizar los registros de los sonómetros ubicados en sitios estratégicos con el fin de la detección de los decibeles, antes, durante y después del ejercicio.
El delegado de la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental, Corponor territorial Ocaña, ingeniero Juan Carlos Rodríguez Osorio, indicó que los promedios durante tres horas arrojan una disminución en comparación con registros de años anteriores. “En el centro se reporta 67.7 decibeles y en otras ocasiones tenemos estadísticas de 72 y 73, lo que indica que se ha avanzado en los controles de la contaminación.
La Organización Mundial de la Salud, establece una serie de parámetros sobre las fuentes fijas y móviles de generación de sonido. De 65 decibeles hacia arriba ya se considera como ruido y los excesos puede tener consecuencias para el oído y la salud de los humanos”, aclaró el funcionario.
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Con base en esos datos las entidades ambientales, tránsito, transporte, academia, gremios y fuerzas vivas efectuarán mesas de trabajo para implementar el mapa de ruido de Ocaña.