A todo pulmón, 37 niños del municipio de El Carmen unen sus voces en la catedral de Santa Ana, iglesia matriz de la diócesis de Ocaña, para mostrar al mundo entero que a través del lenguaje universal de la música se puede lograr la convivencia pacífica de los pueblos.

Ellos participaron en los actos de la celebración de la Virgen de las gracias de La Torcoroma. 

Un menor que toma un instrumento en sus manos, jamás empuñará un arma”, exclamó el maestro Óscar Arias Amaya quien lleva la batuta de la naciente agrupación musical.

El semillero de artistas entre los 5 a 14 años a través de cantos y alabanzas clama por la paz del mundo para que brille una luz de esperanza en la región, reitera el instructor.

Madres de familia no descuidan detalle alguno en el impecable vestuario, las letras de las canciones y la coreografía para que expresen esa alegría de la reconciliación. 

Al finalizar el concierto se escucha el ‘atronador’ aplauso de los fieles católicos quienes asisten a los actos litúrgicos  de la patrona de los ocañeros.

Ese rebaño que pregona la paz mundial tiene como pastor de la iglesia católica al sacerdote, Ramón Andrés Torrado Pérez, quien resalta el talento innato de los menores en buscan de la reconciliación de los pueblos.

“El Catatumbo no es como lo pintan, existen niños que sueñan con la paz y todos debemos poner nuestro granito de arena. El progreso de estas tierras está marcado por el espíritu Mariano y Dios enaltece a los humildes y destrona a los poderosos.  No perdamos la fe, las tradiciones y el amor con que los antiguos forjaron esta tierra hidalga”, agregó Torrado.

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