Con el firme propósito de frenar el accionar de los delincuentes, la Fuerza Pública y la administración municipal de Ocaña hicieron el lanzamiento de la segunda fase de la ‘Operación Noah’.

Mediante la adopción de estrategias, las autoridades brindan protección a las distintas comunidades activando frentes de seguridad comerciales y empresariales en esta zona del país.

Los uniformados extreman las medidas y solicitan a los ciudadanos que notifiquen a los cuadrantes la presencia de extraños, para la acción oportuna y poner en buen recaudo a los malhechores.

“La ‘Operación Noah’ es una estrategia liderada por el Ejército y la Policía Nacional y la administración local, para garantizar una mayor presencia de la institucionalidad en la ciudad, buscando con esto no solo obtener importantes resultados en materia de seguridad, sino lograr la confianza de la ciudadanía en la Fuerza Pública”, indicó el secretario de Gobierno, Yuri Alfonso Carrascal Gómez.

De acuerdo con el funcionario, en el marco de esta estrategia se han dado importantes resultados en materia de seguridad como capturas, desmantelamiento de bandas, incautación de armas, entre otros.

"Con la presencia de todas las unidades de las distintas especialidades existentes en la región se hacen patrullajes en las calles con el apoyo del Batallón de Infantería Número 15 Santander. El objetivo es hacer presencia en los puntos críticos con operaciones de control sin descuidar el día a día, para determinar dónde están los criminales”, agregó el secretario. 

El mandatario local, Samir Casadiego solicitó replantear los esquemas y aumentar el pie de fuerza, haciendo presencia en los sectores más álgidos de la ciudad como la plaza de mercado, Tacaloa y Libardo Alonso.

“Son cordones de seguridad para que Ocaña esté más tranquila y recuperar esa sensación de protección a propios y visitantes, y así erradicar delitos como el hurto y la extorsión”, expresó el alcalde. 

Carlos López señaló que con el Comando de Atención Inmediata (CAI) se observa a la policía que recorre todos los negocios a pie. "No hay que bajar la guardia para alejar a los delincuentes. Los clientes se sienten más seguros para hacer las compras ante la presencia permanente de los uniformados". 

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