
El gremio de comerciantes de Ocaña -especialmente los minoristas- se cansó de los señalamientos de ser testaferros de Víctor Ramón Navarro, cabecilla del Eln abatido en combates, y salieron a marchar.
La multitudinaria marcha de ayer partió del mercado y finalizó frente a la sede de la Fiscalía General de la Nación en La Primavera.
Con pancartas, banderas de Colombia, camisas y globos blancos, exigieron que se respete su derecho a la buena honra.
“Jamás me imaginé verme en esta situación, es algo cruel y despiadado que el Estado nos culpe cuando somos personas trabajadoras, estamos ofendidos”, dijo Marina Angarita Mandón, comerciante.
De acuerdo con la comerciante en Ocaña hay 3.100 personas dedicadas a esa actividad y de la cifra hay 15 personas que están siendo investigadas.
“La policía nos señala por tener buenas casas, poseemos nuestros negocios en Ocaña, queremos vivir bien y para eso trabajamos”, dijo.
“Nuestros negocios no son un lavadero de plata, son infamias de las que nos culpan, vamos a demostrar quienes somos, la gente nos conoce pero el Estado no, somos personas honestas”, declaró Felipe Mesa.
En la Fiscalía los comerciantes entregaron un documento que quieren sea entregado al fiscal general de la nación, Luis Eduardo Montealegre.
“Vemos con preocupación que las autoridades no toman medidas para frenar el abuso de los delincuentes y hoy ellos tienen más credibilidad que el comercio de Ocaña”, indicó Mesa.
A la par de pedir su derecho al buen nombre, los comerciantes protestaron porque Ocaña no fue incluida en la medida que permite eliminar el IVA -a confecciones, ropa, electrodomésticos y gasodomésticos, materias para construcción y manufacturas-.
“Se nos excluyó de un decreto que favorece al comercio con la excepción del IVA, nos parece injusto que nos hayan sacado de ese beneficio que se da en Cúcuta y su área metropolitana, nosotros somos los olvidados”, argumentó Mesa.
De acuerdo con Mesa, uno de los voceros del gremio de comerciantes, Ocaña también se ha visto impactada con el cierre de la frontera y a pesar de no colindar con los pasos fronterizos, es justo que les permitan aplicar la medida y con ello favorecer a los compradores.
“Si las personas adquieren los productos a precios más bajos, tenemos más ventas y evitamos que los ocañeros migren”.