Nuevamente el fantasma de un paro armado prende las alarmas en la zona del Catatumbo donde los actos terroristas de los últimos días repercuten en el gremio transportador que siente el rigor del conflicto social.

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El gerente de la Cooperativa de Transportadores Unidos, Cootransunidos, Román Alberto Jácome Pérez señaló que a la crisis ocasionada por la pandemia se suma el temor de los usuarios de viajar hacia la región, ya que sienten miedo por la alteración del orden público.

Indicó que las redes sociales atizan la situación donde la zozobra e incertidumbre hacen que disminuya el flujo de pasajeros quienes prefieren aplazar negocios o citas médicas.

Esa percepción de inseguridad incide notablemente en la venta de tiquetes que se ha disminuido en un 30 por ciento. “Nosotros seguimos despachando las rutas largas y cortas, pero no estamos exentos de sufrir esos imprevistos”, reiteró.

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Instó a los grupos al margen de la ley, pensar en los efectos negativos a la población ya que “la guerra no sirve para nada y ocasiona el estancamiento económico de la región. Al Gobierno Nacional pedimos un acercamiento para la reconciliación de los ánimos”, agregó.

La empresa cuenta con 110 asociados que cubren 40 líneas largas y 20 cortas quienes también sienten temor ante la creciente ola de inseguridad.

Desaceleración de la economía  

El director ejecutivo de la Cámara de Comercio, Rubén Darío Álvarez Arévalo explica la desaceleración económica registrada en la zona.

“Un fenómeno que se registra al comienzo de año y ahora con el ingrediente de las elecciones parlamentarias y presidenciales donde el ELN intenta torpedear el proceso y el Estado debe defender la democracia y garantizar el tránsito libremente por el país”, precisó.

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Manifestó que la arteria vial Ocaña-Cúcuta vive una afectación debido a muchos factores, entre ellos los vecinos de la carretera con los cultivos ilícitos en donde taponan los corredores o llevan a cabo manifestaciones infiltradas por grupos que operan al margen de la ley.

“Solamente con los anuncios de un paro armado impiden el libre tránsito de vehículos e incide en la economía general de compradores y vendedores quienes ven truncados los propósitos. Las afectaciones son grandes, hay que esperar si se logra conjurar esos paros y se mantiene una fluida circulación de mercancías, bienes y servicios”, destacó.

Ratifica que la escasez y carestía ocasiona la desaceleración económica e influye en la canasta familiar y por ende en los bolsillos de los consumidores. 

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“Los habitantes temen viajar a la capital, por prevención no lo estamos haciendo y lo grave del caso es que no existe una aerolínea hacia la capital del departamento. Los experimentos e iniciativas no han prosperado, ya que históricamente no existe una cultura de vuelos, como en los Llanos Orientales donde el avión es algo normal, para el Catatumbo es un lujo costoso y la gente se acostumbró a utilizar los corredores terrestres”, afirmó. 

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