Volvieron las lluvias y los damnificados de los barrios Los Fundadores y Simón Bolívar de Ocaña claman las ayudas por parte del gobierno local. 

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En octubre del año pasado ante el inminente peligro, la oficina de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres ordenó el traslado hacia un hogar de paso en el sector de La Esperanza de 18 familias. Sin embargo, algunas por el arraigo y la cercanía decidieron albergarse en las casas de los familiares.
 
Los afectados señalan que hasta la fecha no han recibido la ayuda para reponer las viviendas, ya que todo el tiempo ha transcurrido en trámites y la situación económica es bastante difícil para acceder a créditos bancarios con tasas de interés flexibles.
 
Aseguran que están totalmente abandonados por el Estado, pues no han llegado los subsidios de arriendo, ni mucho menos aparecen en los registros a nivel nacional.
 

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Además, el Instituto Nacional de Vías debe intervenir el tramo con un muro de contención, ya que el derrumbe se presenta sobre la arteria vial que comunica con la capital del departamento.
 

Hablan los destechados 

Debido al déficit habitacional de los últimos años con la carencia de programas de viviendas de interés social, los padres de familia se ven obligados a levantar las estructuras en zonas de alto riesgo sin prever el peligro.

“Después de tanto esfuerzo por tener un lugar donde vivir, viene el invierno y nos quita esos sueños. Ahora esperamos la ayuda humanitaria, ya que las paredes fueron demolidas”, manifiesta Alberto Rangel.
 
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) advirtió en varias ocasiones, y la administración declaró la urgencia manifiesta para mitigar la emergencia.
 
La señora Ubaldina Arévalo indica que la pesadilla comenzó el 16 de octubre cuando se percataron de las grietas en las paredes de las viviendas debido a la remoción de tierra en lugares cercanos.

Censura la pasividad de la oficina de Planeación y Gestión del Riesgo para mitigar esa problemática presentada en los sectores periféricos.

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Viven incertidumbre total pues no reciben respuesta alguna por parte de los responsables de cumplir esa misión. “Se anunció la visita de un geólogo para determinar las causas de la falla. Se adelantó un estudio sobre las filtraciones de agua y los problemas sanitarios, pero no sabemos la decisión tomada”, dijo Arévalo.
 

El proceso lento

El coordinador de la oficina de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres, Gustavo Adolfo Pava Navarro precisó que todos los recursos están vigilados por los entes de control.
 

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“Hicimos una caracterización de las viviendas afectadas para proceder a la intervención. Para los subsidios de arriendos tenemos que hacer una depuración como lo establecen los lineamientos legales para la inversión de los recursos públicos. Además, se deben atender todos los sectores afectados”, comentó. 

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