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Cúcuta
Yaneth, la enfermera que se convirtió en la 'mamá' de los niños de la calle
La mujer completó nueve años atendiendo niños colombianos y venezolanos en condición de calle. Dice que les brinda el mismo trato que a su propia hija.
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Martes, 29 de Junio de 2021

La cucuteña Yaneth Lemus Moreno tiene 46 años y se desempeña como enfermera. Se considera como una ‘madre’ sustituta de los menores de edad que hacen parte del programa de ‘Situación vida en calle’. Ella los cuida, los cura y les brinda cariño  mientras son localizadas sus familias y devueltos al seno de sus hogares.

El amor por su trabajo y la devoción con que se brinda a los niños le ha permitido ganarse la confianza y la amistad de ellos.

Empezó a desempeñar su labor en la ESE ImSalud como enfermera de vacunación y luego fue transferida a consulta externa en los puestos de salud de los sectores de San Faustino, El Cerrito, Loma de Bolívar, Puente Barco, Los Leones, El Salado y Atalaya durante nueve años. Sin embargo, por cuestiones personales no pudo continuar con el desarrollo del trabajo.

“Después de varios meses, una amiga me comentó sobre una convocatoria que estaba haciendo la ONG Creciendo en Familia y participé en ella. Los días siguientes se contactaron conmigo para informarme que fui aceptada como una de las enfermeras”, relató Lemus.

La ONG proveniente de Cali y recién vinculada con el operador del Instituto Colombiano Bienestar Familiar (ICBF) seccional Cúcuta, llegó en el 2013 al barrio San Miguel para establecer la correccional de niños y adolescentes. De esta manera, desarrolló sus labores comunitarias por tres años, enfocadas a la atención primaria en salud de los niños y adolescentes que ingresaban a las instalaciones.

“Como era la primera vez trabajando con menores, quienes tenían antecedentes legales, fue muy duro como formadora adaptarme a este escenario dado que antes no tenía un contacto tan directo con este tipo de comunidad, pero esas experiencias me permitieron forjar mi actitud, me convirtieron en una mujer determinada, fuerte y disciplinada”, añadió.

Después se inauguraron las modalidades de ‘Situación vida en calle’ y ‘Centro emergencia’, la primera está ubicada en el barrio San Miguel (niños) y en Colsag (niñas), mientras que la segunda se instaló a Los Patios, de igual forma, se trasladó allí la correccional.

Yaneth tiene nueve años de trabajar con la ONG que dirigen Edinson Cortés y Yolima Caicedo. También ha tenido la oportunidad de asistir a todas las modalidades manejando la parte de salud como enfermera. En la actualidad, se encuentra ubicada en San Miguel, quien presta sus servicios a los niños de 10 a 18 años que fueron abandonados, perdidos o alejados de sus familias.

La Policía de Infancia y Adolescencia, en su mayoría, es la encargada de direccionarlos al ICBF y disponerlos en la modalidad Centro emergencia para localizar a sus parientes más cercanos, pero si durante un tiempo determinado no es exitosa la búsqueda, deben ser enviados a ‘Situación vida en calle’ para continuar con ese trabajo.

“Cuando incorporan a un niño o joven a la modalidad, mi labor es verificar y valorar el estado de salud en que se encuentra el menor, examinar si requiere apoyo psiquiátrico o psicológico, y en el mayor de los casos, ser trasladado a un hospital por gravedad o enfermedad. En el caso de ser venezolano, se afilia a una IPS”, explicó Yaneth.

También añadió que los jóvenes con antecedentes de consumo de sustancias psicoactivas son atendidos por profesionales para controlar los impulsos, necesidades y temperamentos que manifiesten por la suspensión de la droga en el cuerpo. A partir de ese momento, ella y los demás formadores se encargan de velar por el bienestar de alrededor de 40 niños colombianos y venezolanos. Además desarrollar distintas actividades lúdicas, deportivas y recreativas para que los niños no se sientan afectados por estar alejados de sus familiares.

“Hace unos días se entregó un niño venezolano de cinco años, fue muy emotivo y conmovedor. Al observar la escena de reencuentro familiar, los padres creían que su hijo había muerto dado que no tenían información de él por varios meses”, recordó con felicidad.

La pandemia no fue un obstáculo para Yaneth porque continuó sus labores aplicando los protocolos y medidas de bioseguridad para proteger a los jóvenes. Desde el tapabocas, constantes cambios de ropa en jornadas de trabajo fueron una de las acciones implementadas al momento de tener contacto cercano.

“Mi corazón es muy grande, además de amar a mi hija de 22 años, tengo mucho espacio para repartir cariño a los niños y jóvenes que comparten conmigo todos los días, Yo les digo, soy la ‘mamá’ de ustedes, les entregó mucho afecto y respeto, pero cuando se portan mal o no hacen caso debo ser estricta y disciplinada con ellos”, manifestó Yaneth.

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