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Barrio Carlos Ramírez París busca más compromiso de las entidades públicas
La fundación de este sector de Cúcuta fue una obra ciento por ciento comunitaria, los vecinos pavimentaron calles y construyeron sus casas.
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Miércoles, 30 de Junio de 2021

En un terreno inclinado por una pendiente, en 1977 nació el barrio Carlos Ramírez París, nombre atribuido al exalcalde y cívico personaje de la ciudad que por varios años lideró obras sociales y comunitarias.

Las primeras casas, comentó Luis Horacio Torrado, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC), fueron construidas en tablas y bareque, con el tiempo se fueron mejorando y expandiendo hasta las instancias actuales, sin embargo, ante la inexistencia de cooperación por instituciones públicas, la comunidad se encargó de construir el acueducto y pavimentar la mayoría de calles.

El barrio alberga 1.150 familias en un aproximado de 4.500 personas que a diario recorren sus empinadas calles y parques, es la sede de la escuela Carlos Ramírez París y contempla la iglesia Sagrada Eucaristía, donde se congregan los feligreses del área.

Cuentan con una cancha de fútbol, una de microfútbol, una cancha de básquetbol y un parque que se encuentra en mal estado estructural. Torrado dialogó con el Instituto Departamental para la Recreación y el Deporte (IMRD) y se encuentra a la espera de la visita para mejorar el espacio usado por jóvenes, deportistas, adultos mayores y familias con mascotas.

El centro de salud más cercano está fuera de las inmediaciones del barrio, por lo que las personas con alguna urgencia médica deben trasladarse a Ceci para ser atendidos con rapidez. Con la actual población, esperan contar con un espacio propio para manejar los asuntos médicos del área.

La alcaldía lidera un proceso con la Junta de Acción Comunal para arreglar las calles en peor estado del barrio. / Foto Pablo Castillo / La Opinión.

La alcaldía lidera un proceso con la Junta de Acción Comunal para arreglar las calles en peor estado del barrio. 

Un problema estructural en el acueducto

“Durante años, los bazares, rifas y comidas que vendíamos entre nosotros fueron para arreglar muchas calles, pero el esfuerzo no ha sido replicado por las administraciones municipales, todavía contamos con vías que no se han pavimentado, luego de 40 años de creado el barrio”, dijo el líder comunal.

Así como existen calles que nunca han sido arregladas, otras presentan hundimientos y grietas debido a la vieja red de alcantarillado instalado por los mismos habitantes. Manifiestan que durante años se han acercado a Aguas Kpital para reemplazar las tuberías y condicionar un trabajo profesional en el área, pero ha resultado imposible.

Las únicas intervenciones que han efectuado en la empresa, resaltó Torrado, han sido cuando los tubos se rompen y afectan el servicio de varias viviendas, pero, en esos casos, se limitan a reinstalar la tubería del lugar afectado, y al cabo de semanas, vuelven por otro tubo con la misma situación.

“Algunas tuberías tienen 35 años, el material tampoco fue el más idóneo de la época, pero la empresa no quiere venir a arreglar el problema de raíz. En el barrio hay calles enteras que se encuentran con el pavimento destruido por esta situación”, dijo Torrado.

La calle que existe frente a la iglesia es una de las que se espera que arreglen. / Foto Pablo Castillo / La Opinión.

La calle que existe frente a la iglesia es una de las que se espera que arreglen. 

La oscuridad, sinónimo de inseguridad

Los habitantes agradecen la planeación y ejecución que hubo en la red eléctrica, comentan que no existen zonas en completa oscuridad que puedan ser escenas de crimen y delincuencia, aun así, Torrado menciona que cuando una bombilla tiene que ser reemplazada por terminar su ciclo de vida, la empresa de alumbrado público demora dos meses en ir a instalarla.

A menudo, estos lapsos de oscuridad son aprovechados por consumidores de estupefacientes y personas con fines delictivos, quienes esparcen temor e inseguridad a la gran mayoría de los habitantes, y aunque la Fuerza Pública patrulla por las noches, los actos criminales siguen siendo perpetuados.

“El tema de seguridad es pesado, como imagino lo será en gran parte de la ciudad, por lo general se juntan en zonas oscuras o en las canchas del barrio, los niños han dejado de frecuentar estos sitios cuando tendría que ser al revés, pero la policía no llega oportunamente pese a los reclamos que se le hacen”, manifestó el presidente de la JAC.

Además de Carlos Ramírez, la policía debe atender siete barrios más, por lo que les exigen a las entidades respectivas que apoyen la solicitud para incrementar el pie de fuerza en la zona y se garantice la seguridad.

El parque lleva décadas esperando una restauración total. / Foto Pablo Castillo / La Opinión.

El parque lleva décadas esperando una restauración total. 

Las entidades públicas no escuchan

“Los diálogos con las entidades públicas se han convertido en una tarea bochornosa, aunque la labor del líder comunal es muy gratificante, uno se cansa de ir detrás de personas para que lo escuchen y ayuden a solucionar problemáticas, se supone que son los garantes de una vida dignificada, pero solo atienden a ciertas solicitudes y con el tiempo se vuelve frustrante”, manifestó el presidente.

En la actualidad, el barrio lleva un proceso con la administración municipal para pavimentar algunas calles que se encuentran en pésimo estado, a la espera de así subsanar poco a poco los problemas del sector, confían en que será un proceso justo y efectivo, pero “hasta no verlos llegar con el material, no les voy a creer”, puntualizó el presidente de la JAC.

Las calles más afectadas por el paso del tiempo y las tuberías en mal estado son las avenidas primera, segunda y tercera, y pese a los trabajos hechos por la comunidad para hacer mantenimiento, las vías se resquebrajan al pasar los meses.

Otro asunto que preocupa a algunos habitantes del barrio, son las casas en alto riesgo; como están construidas en una pendiente, hay hogares que, con las lluvias, se han vuelto inestables y peligrosos. 

La secretaría de Gestión de Riesgo habló con la Junta para buscar una solución, y enviaron a un experto que analizara las casas en cuestión, pero no reubicaron las familias ni construyeron estructuras que ayudaran a fortalecer las bases, resaltó Torrado.

“La comunidad ha construido este barrio desde cero, con una poca participación del Estado, y ahora que, en teoría, debería ser más fácil la gestión de recursos para hacer de nuestros hogares un lugar más habitable, hay que luchar día y noche con los resabios de las entidades territoriales”, concluyó el líder comunal.

La escuela fue nombrada también en honor al exalcalde Carlos Ramírez París. / Foto Pablo Castillo / La Opinión.

La escuela fue nombrada también en honor al exalcalde Carlos Ramírez París.

 

Redacción: Miguel Landazábal | Practicante de Periodismo

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