Nariz grande, corazón pequeño. Así llaman a una mujer rusa de 33 años que fue arrestada por vender a su propio hijo y utilizar dicho pago para una operación estética de 3.600 dólares (16.591.176 pesos colombianos).

Según informes, la mujer había dado a luz el pasado 25 de abril en un hospital de Kaspiysk, es decir, cinco días antes de vender la criatura a una pareja que buscaba obtener la paternidad.

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Según las declaraciones de funcionarios rusos, la madre se había reunido para entregar al recién nacido por una recompensa de 200.000 euros (921.854.000 pesos colombianos).

La mujer habría emitido a los nuevos padres una “renuncia a los derechos del niño”. A cambio, recibió un pequeño pago por adelantado de $360 USD. El restante de este dinero se hizo efectivo cuatro semanas después del 26 de mayo.

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No se tiene claridad sobre quién le dio el dato a la policía, pero inmediatamente la mujer fue detenida y no solo ella, la pareja también fue arrestada. Los nuevos padres aseguraron haber recibido por parte de la mujer un certificado de nacimiento. Comentan también que ellos no pagaron directamente por el bebé, lo que habían cancelado era para una operación en la nariz que, supuestamente, la mujer necesitaba para “respirar mejor”.

La villana de la historia al parecer no logró salirse con la suya, la mujer fue fotografiada durante el arresto policial y tal parece que no logró hacerse la rinoplastia antes de que la policía la atrapara.

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“Actualmente, se está llevando a cabo una serie de acciones de investigación, destinadas a establecer todas las circunstancias del crimen cometido y consolidar la evidencia de la culpabilidad del sospechoso”, se dice en el comunicado oficial ruso.

“Es sospechosa de haber cometido un delito en virtud del párrafo ‘h’ de la Parte 2 del art. 127.1 del Código Penal de la Federación Rusa (compra y venta cometida en relación con una persona que se encuentra en un estado de indefensión, conocido por la persona culpable)”, afirmaron los funcionarios.

Aún no se tiene calidad de que cargos pueden imputársele a la pareja que había comprado al bebé. Mientras tanto, los funcionarios aún no revelan quién está a cargo del pequeño ahora que tiene dos meses.