"Reconstitución de Al Qaida"
Unas declaraciones que contrastan con las del exvicepresidente Amrullah Saleh, más sombrías, quien afirmó desde el Panshir que se estaba produciendo una "crisis humanitaria a gran escala" con miles de desplazados tras "un asalto talibán".
Las comunicaciones con el valle del Panshir son muy complicadas y la AFP no pudo confirmar con ninguna fuente independiente estas informaciones ni el avance real de los talibanes en la zona.
Frente a esta caótica situación, el jefe del Estado Mayor del ejército estadounidense, el general Mark Milley, consideró que "es probable que se den las condiciones para una guerra civil" en Afganistán.
"Pienso que, por lo menos, hay una muy fuerte probabilidad de una guerra civil" que podría conducir "a una reconstitución de Al Qaida o a un crecimiento del ISIS [el grupo Estado Islámico] o de otros grupos terroristas", subrayó en una entrevista con la cadena estadounidense Fox News el sábado.
En un informe presentado al Consejo de Seguridad este fin de semana, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó a todas las partes a "detener de inmediato la violencia" y a que ejerzan la "máxima moderación".
En el plano político, la composición del nuevo ejecutivo talibán, que en principio debía ser presentada el viernes, seguía haciéndose esperar este domingo.
La comunidad internacional advirtió que juzgaría por sus actos al movimiento islamista, que regresó al poder veinte años después de haber sido derrocado por una coalición encabezada por Estados Unidos.
El movimiento fundado por el mulá Omar prometió, desde que tomó el poder el 15 de agosto, que pondría en marcha un gobierno "inclusivo" y se comprometió a respetar los derechos de las mujeres, pisoteados durante su último mandato (1996-2001).
Unas promesas que, para muchos, son difíciles de creer. El sábado, por segundo día consecutivo, decenas de mujeres se manifestaron en Kabul para reclamar que se respeten sus derechos y poder participar en el futuro Ejecutivo.
El domingo, víspera de la reapertura de las universidades privadas, los talibanes publicaron un decreto que obligará a las estudiantes de esos centros a llevar una abaya negra y un nicab que les cubra el rostro. Además confirmaron que podrán asistir a clase pero que no podrán mezclarse con varones.