Un tribunal de la provincia china de Jiangxi declaró inocente a un hombre, de 68 años, que pasó 19 en prisión por un presunto homicidio del que fue erróneamente condenado.
El acusado, Li Jinlian, llegó incluso a ser condenado a muerte por supuestamente envenenar con matarratas mezclado en la leche a dos niños en 1998, aunque esta pena capital se suspendió, lo que según la ley china supone no aplicarla si el reo muestra arrepentimiento y buena conducta.
Li fue condenado por el presunto doble crimen en 1999, pero nunca ha dejado de apelar la sentencia, que finalmente ha sido anulada por falta de evidencias.
En los últimos cinco años el Tribunal Popular Supremo de China ha anulado 6.747 condenas erróneas, en algunas utilizaron confesiones bajo tortura como prueba, entre las anulaciones hay reos que fueron condenados a muerte, como Nie Shubin, ejecutado en 1995 por un asesinato y violación del que fue declarado inocente en 2016.