La comunidad Misioneros San Carlos Scalabrinis ofreció ayer un rueda de prensa para aclarar la polémica que ha suscitado la construcción de un centro de capacitación para migrantes y colombianos en el sector La Parada, en Villa del Rosario.
El pasado 16 de septiembre, el Tribunal Administrativo de Norte de Santander decretó la suspensión provisional de los efectos legales de la resolución número 54874-0-19-0350 del 27 de diciembre de 2019, suscrita por el entonces Subsecretario de Control Urbano de ese municipio, en el que se otorgó la licencia de construcción para la edificación del “centro refugio”.
El representante legal de la sociedad religiosa, Carlos Corona Flórez, declaró que el proceso que se adelanta contra la edificación es una demanda de nulidad promovida por la Fundación Revivir a través de su representante legal.
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El abogado mencionó que esa medida cautelar fue negada al principio por el juez de conocimiento, pero no satisfecha con la decisión, la demandante impugnó y en esa situación todos los intervinientes dieron su concepto jurídico y el 22 de julio de 2021, el Juzgado revocó esa decisión inicial y suspendió la obra. Contra esa decisión, la Alcaldía de Villa del Rosario, a través de sus apoderados y la comunidad scalabriniana, interpusieron un recurso contra el decreto de esa medida cautelar.
“Desde el punto de vista legal es una decisión sobre la medida cautelar de la licencia, no hay ninguna sentencia, el proceso hasta ahora -a pesar de que ya tiene más de un año de admitida la demanda- marcha en su dinámica normal”, sostuvo Corona.
Al ser consultado sobre qué pasará con la edificación y el funcionamiento del centro de capacitación, Corona indicó: “La licencia de construcción ya cumplió sus efectos (...) Ya la licencia de construcción terminó conforme a lo que se acordó con el municipio de Villa del Rosario, en este momento lo que se está haciendo son cosas locativas, como pintar las paredes, y eso no requiere licencia. Ya miraremos qué pasará con el proyecto, porque ya eso requerirá los permisos por parte de los entes territoriales o nacionales”.
“No es casa de paso”
El padre Flor María Rigoni, director de Obras Sociales de los Misioneros Scalabrinis, lamentó que luego de abrir varios espacios de este tipo en otros países, e incluso en Bogotá, en Villa del Rosario se han enfrentado a “una serie de oposiciones incompresibles” en contra del proyecto.
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El religioso rechazó las informaciones malintencionadas en la que señalaban que el centro refugio albergaría unas 7.000 personas, cuando la experiencia les ha demostrado que la capacidad de atención máxima es de 250 beneficiarios.
Quienes acudan a este centro, ya sean extranjeros o nacionales, recibirán capacitaciones especiales con acreditaciones en varios oficios que les permita ingresar al mercado laboral colombiano.
Por su parte, Jesús Salinas, Superior Local de los Scalabrinianos en Colombia, dijo que responderán a los requerimientos legales pendientes para llevar la obra adelante porque “es crear oportunidades a otras personas que se les ha negado”.
Redactado por: José Luengo
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