Desde hace 20 años, el ajedrecista residente en la ciudadela La Libertad le ha hecho ‘jaque mate’ a su invidencia. Jaimes perdió la vista hace 24 años por el desprendimiento de la retina.
La enfermedad lo empezó a afectar cuando tenía dos años y a los ocho años su vista se nubló por completo. Desde entonces, Jaimes se las ha ingeniado para llevar una vida normal, sin que su discapacidad se convierta en un obstáculo.
Mientras sus compañeros escribían con lápiz en sus cuadernos, Fredy Alexander utilizaba los dedos para tomar las lecciones en el tablero braille, pues aunque estudiaba en un colegio normal, el desaparecido Instituto Nacional para Ciegos guiaba su proceso educativo.
Un compañero invidente fue quien le enseñó a Jaimes las técnicas básicas del deporte ciencia, y Jairo Hernández, su entrenador en la Liga de Ajedrez, lo empezó a pulir para los Juegos Nacionales para invidentes. El ajedrecista ha sido subcampeón en dos ocasiones.
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