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Miguel Bosé, el hijo del capitán trueno
En la autobiografía solo narra hasta sus 21 años de edad
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Sábado, 20 de Noviembre de 2021

Son varias las razones por las que Miguel Bosé tituló su autobiografía ‘El hijo del capitán trueno’, así como nombró una de las canciones de su álbum ‘Sereno’, publicado hace dos décadas atrás.

“El hijo del capitán trueno nunca fué digno del padre, salió poeta y no fiera, hijo de su madre”, comienza dicha canción, que parece ser el preámbulo a su autobiografía en la que navega por los recuerdos de sus primeros 21 años de vida, justo antes de darle vida al personaje mediático llamado Miguel Bosé.

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Por seguir los pasos de Lucía Bosé, su madre, actriz italiana y musa del neorrealismo, la relación con ella fue mucho más mediática de lo que ocurría con su padre, Luis Miguel Dominguín uno de los toreros más importantes del siglo XX, por lo que la familia y seguidores de la tauromaquia, esperaban que el pequeño Miguel siguiera los pasos de su padre.

Los encuentros y desencuentros entre Dominguín y el pequeño Miguel hacen parte clave de las historias que Miguel Bosé relata en su autobiografía, concentrado en su juventud, porque ya Paramount prepara una serie con la vida de Miguel Bosé, que iniciará grabaciones en enero del próximo año y se espera que se estrene en octubre del mismo año. 

Un recorrido y una nueva experiencia en la escritura que contó con el apoyo y asesoría del escritor colombiano Esteban Constaín,  pieza fundamental entre los miles de seguidores de este artista nacido en Ciudad de Panamá que cuenta con las nacionalidades española, italiana y colombiana.

¿Por qué una autobiografía en este momento de su vida?

Las cosas llegan cuando están maduras. Uno no busca el momento, el momento suele buscarle a uno. Cuando me fui de España y me radiqué en Panamá, en el segundo año viviendo allí surgieron las conversaciones con un gran amigo y escritor colombiano, Juan Esteban Constaín, con la idea de entrar en este mundo. Él fue quien me dijo que escribiera las cosas tal cual se las contaba, por lo que la escritura de este libro es muy hablada, para contar mi vida hasta los 21 años.

¿Cómo fue el proceso de hacer memoria, recordar para poder escribir? 

Para recordar hay que estar dispuesto a revivir aquellas cosas, tirar del hilo para que aparezcan completas, y sobre todo reconciliarse, más que olvidarlas. Pedirles perdón, perdonar y decir lo siento, que al final ese es el gran ejercicio, el más difícil.

¿Cuál fue el episodio más difícil de revivir y relatar?

Los que tienen que ver con los personajes que fueron muy importantes en mi vida y que siguen siendo anónimos, como La Tata Remedios, quien siempre ha sido importante para mí y que están lejanos en el tiempo y se les echa de menos. Fueron muy generosos en mi vida.

¿Cómo fue todo el proceso de escritura?

Si tengo que ponerle una palabra al proceso, es que ha sido muy pacificador, han encajado mu-chas piezas, ha hecho posible entender mucho mejor lo que sucedió y por qué sucedió, para poder entender que lo que sucedió tenía que suceder, para que luego, en el tiempo, las cosas tuviesen sentido.

¿Cómo fue el recordar y escribir los momentos más duros de su vida?

Tengo la extraordinaria facultad de borrar lo que es malo de un plumazo. Las cosas duras, las cosas desagradables han sucedido tirando del hilo de otras cosas y así las recordé.

Viendo hacia el pasado, ¿se reconoció en él?

Completamente, porque ahí estuve y fui el protagonista. Es cierto que mirándolo desde hoy las cosas aparecen con otros tintes, otras luces, y en la memoria todo es más desproporcionado, las cosas que se recuerdan anecdóticamente tienen una profundidad distinta y otra dimensión que no se recordaba bien.

¿Mucho por contar?

El libro originalmente tenía más de 800 páginas, por lo que tuve que editar más de 300, por lo que había muchas más cosas, que no era que no tenían que estar, pero que quizás eran repetitivas y otras interpretadas, tal vez, de forma errónea. Quería un contenido sin rencor, sin revanchas, donde todo se resuelve. 

¿Hablemos del nombre del libro?

‘El Capitán Trueno’ es un clásico cómico español de 1956, el mismo año que yo nací, y se hace inmenso, un personaje de culto, por lo que a mi padre le llamaba así, porque era heroico, valeroso, lanzándose a viajes interminables, se iba para no saber cuándo volver.

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