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Sábado, 23 de Julio de 2011
Es una enfermedad mortal, que sólo se produce en la infancia y que no deja secuelas. Suele rumorarse muchas cosas acerca de la hepatitis. Que es una enfermedad mortal, que sólo se produce en la infancia y que no deja secuelas. Sin embargo, muchas de esas afirmaciones no corresponden totalmente a la realidad y es importante analizar a fondo sus repercusiones y causas.

Al término `hepatitis` se le atribuye la inflamación del hígado, un órgano encargado, entre otras cosas, de filtrar todo lo que se come, proteger de las infecciones, remover bacterias y sustancias tóxicas de la sangre, controlar el azúcar, entre otros.

Según el especialista y hepatólogo Gonzalo Guevara, “hablar de hepatitis en general sólo significa hablar de hígado inflamado. Pero sí se habla puntualmente de las hepatitis virales, se puede decir que son causadas por infecciones adquiridas y se pueden manifestar con síntomas como náuseas, vómitos, malestar abdominal, dolor de cabeza, entre otros. No obstante, existen casos en los que las personas no sienten nada”.

Pues bien, existen diferentes tipos de hepatitis de la A a la G, aunque las más recurrentes son las tres primeras.

“En términos generales, la hepatitis A es la más frecuente, pero es la menos grave y la que se puede curar más fácilmente. Entre las más graves se encuentran la B y la C, cada una es causada por virus diferentes, por ejemplo, si se trata de la hepatitis B se transmite en su mayoría por contacto con sangre o por vía sexual”, agregó Guevara.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo existen alrededor de 350 millones de personas infectadas con hepatitis B y cerca de 170 millones con hepatitis C. Estos virus pueden ocasionar infecciones agudas y crónicas que a su vez causan cirrosis y cáncer hepático.  

En el caso particular de Colombia, algunos estudios revelan que, por ejemplo, la hepatitis C tiene una incidencia entre el 0.56 y 1% de la población y en el caso de la hepatitis B entre el 2 y 5 %. “En el país hay una presencia importante de hepatitis B en departamentos como Guaviare, Vaupés, Norte de Santander, Guanía y Tolima”, informó el especialista.

Vías de transmisión


Los pacientes con hepatitis crónica C no tienen síntomas aparentes durante largos periodos de tiempo, hasta que se desarrolla una cirrosis. La infección  se convierte en crónica en un 70-80% de los casos, y  tras 20 o 30 años después de la infección pueden comenzar a aparecer los síntomas, por lo cual es conocida como una enfermedad silenciosa.

A Sonia Alexandra Vera, de 36 años, le diagnosticaron hepatitis C en marzo de este año. “En un comienzo iba al médico y me decían que sufría del colón y después de dos meses me diagnosticaron esa enfermedad.

Afortunadamente no llegó a ser cáncer ni cirrosis, pero empecé el tratamiento de inmediato”, dijo la paciente.  

La hepatitis B es de alto riesgo de muerte por cirrosis y cáncer hepático. De acuerdo con la OMS, el virus de la hepatitis B (VHB) es 50 a 100 veces más infeccioso que el VIH.  

Entre las vías de infección de estos virus se encuentra el contacto con sangre infectada por medio de transfusiones sanguíneas, agujas o materiales infectados por inyección de drogas, pinchazos con agujas, tratamientos dentales, materiales para la realización de piercings o tatuajes, relaciones sexuales sin protección, compartir artículos de higiene personal y por transmisión de madre a hijo durante el parto.

Igualmente, es clave realizar pruebas diagnósticas, especialmente en aquellas personas que tienen la sospecha de haber estado expuesto a un contagio con el virus.

Aunque la mayoría de las personas con hepatitis no presentan ningún síntoma, cuando estos existen son similares a los de un estado gripal, es decir, cansancio, náuseas, pérdida del apetito, fiebre baja, dolor abdominal, color amarillento de los ojos y la piel y oscurecimiento de la orina. En estos casos se debe consultar al médico de forma inmediata.

Algunos mitos sobre la hepatitis


- Las personas con hepatitis B saben que tienen la enfermedad por tener el aspecto amarillo de la piel y los ojos.

- Todas las personas con hepatitis B  mueren a causa de una enfermedad.

- La hepatitis sólo la padecen los niños.

- La hepatitis B no se puede heredar de los padres, sin embargo, las mujeres embarazadas con hepatitis B pueden transmitir el virus a sus hijos durante el parto.
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