De diciembre del 2020 al 12 de enero del presente año, hurtaron 19 motocicletas en Ocaña. Cinco de estos robos en modalidad de atraco ocurrieron en los primeros días del 2021.
Tras las denuncias instauradas, los ojos de los funcionarios de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de Norte de Santander estuvieron sigilosamente siguiendo los pasos de una banda delincuencial que sería la responsable.
Los investigadores conocieron que los ladrones se movilizaban en una moto con la que se acercaban a sus víctimas para intimidarlas con armas de fuego, en ocasiones las empujaban para que perdieran en control y las derribaban. “Los testimonios coincidían en que eran personas morenas y trigueñas, con acento venezolano que se cambiaban constantemente de residencia”, dijo una fuente judicial.
Tras un análisis detallado, la Sijín estableció las identidades de cinco hombres, quienes se hacían llamar Los Piroloco. Además de las características de la moto en la que realizaban los delitos.
“Cometían robos no solo de motos sino también de celulares. Elegían el viernes para ejecutar más hurtos, seguido del martes y miércoles. Cometieron robos en los barrios Belén, Camilo Torres, El Carmen, Junín, Santa Clara; además de corregimientos como Agua Clara, La Hermita, Otaré, Pueblo Nuevo y las veredas de Aguas Claras, La Hormiga y llanos de Los Trigos”, dijo otra fuente.
Las capturas
Con todo el material probatorio, la madrugada del miércoles la Sijín y la Fiscalía, mediante diligencia de registro y allanamiento llegaron a una casa ubicada en la calle 11 con avenida 3 del barrio La Esmeralda de Ocaña y capturaron en flagrancia a Yohan Palmidio Hernández González, de 22 años; José Luis Cadevilla Arrieche, también de 22; Jaiker Leonel López López, de 25; Leonardo Alfonso Chirino López, de 19, y el colombiano Jhon Breiner Rodríguez Estrada de 24.
Las autoridades hallaron una pistola calibre 7.65 con su proveedor, dos vainillas percutidas, una chapuza, seis celulares y diversas autopartes de motocicletas hurtadas, entre las que había tres direccionales, una farola y una canastilla.
Al cierre de esta edición, los capturados eran presentados antes las audiencias correspondientes, donde un juez definía si los enviaba o no a la cárcel.
