Para la familia de Yeferson Alberto Márquez Vélez la desaparición de su ser querido está rodeada de miedo y misterio, pues en tres años y cinco meses no han recibido una sola prueba de supervivencia, solo saben que lo vieron por última vez en Tibú, el 20 de noviembre de 2019.

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“Él se montó en un bus con destino a Cali, que salió de Barinas. Junto con él viajaron Anthony Estirverson Reyes Bermúdez, quien es cuñado de mi hermano y un amigo”, aseguró un hermano.

Y es que, según el familiar, Yeferson Alberto el único ‘pecado’ que cometió fue buscar una mejor oportunidad laboral en la capital del Valle del Cauca, pues la difícil situación económica que se vive en el vecino país lo llevó a que viajara a Colombia para ganar un poco más de dinero.

Se lo llevaron en Tibú

Lo poco que saben los familiares de Márquez, que tenía 20 años cuando desapareció, es que los tres hombres pararon en un lugar de ese municipio del Catatumbo, encontrándose con unos desconocidos que los invitaron a tomarse unas cervezas.

“Me imagino que como no los vieron sospechosos, ni se alertaron y se pusieron a tomar, horas más tarde llegaron unos hombres en una camioneta, quienes los montaron a la fuerza. Hasta el sol de hoy no aparecen. Nos enteramos después que iniciamos la búsqueda”, explicó el allegado con la voz entrecortada.

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La familia se dio cuenta de lo sucedido porque las horas pasaron y Yeferson no los llamaba ni escribía por redes sociales o WhatsApp, por lo que se pusieron en contacto con una hermana de Stivenson, quien denunció ante la Fiscalía la desaparición de los tres.

Los planes en Cali

La meta de los hombres era llegar a la ‘sucursal del cielo’ para conseguir trabajo como albañiles y enviarle dinero a sus familias, en especial Yeferson, quien para ese entonces convivía con una mujer.

“Ella lo presionó para que se fuera y consiguiera el dinero para una nevera, cocina, muebles, etc. Eso llevó a que se reuniera con sus amigos para viajar para Colombia, si eso no hubiera sucedido estaría con nosotros”, se lamentó el hermano.

Márquez Vélez tenía conocimientos en reparación de electrodomésticos que adquirió gracias a su hermano mayor, quien le enseñó desde temprana edad sobre ese trabajo, además estudió hasta séptimo bachillerato.

Hasta el momento los familiares no han recibido una sola prueba de supervivencia, incluso, en una oportunidad les dijeron que habían visto a los tres hombres bañándose en un río de Tibú, pero cuando las autoridades los buscaron no hubo ni un rastro.

Se conoció que aunque la familia ha preguntado en varias oportunidades a las autoridades, con la esperanza que le entreguen algún avance en la investigación, solo han recibido respuestas evasivas.

La Sijín de la Policía de Norte de Santander ha investigado el caso, pero hasta el momento sin resultados.

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