Sumidos en la tristeza y con los ojos cansados de llorar, los familiares de Alirio Llañes Rael seguían sin comprender cómo la celebración del Día del Padre se convirtió en un calvario, de un momento a otro, luego de que un policía le disparó a su familiar en la calle 19 entre avenidas 49 y 50 del barrio Antonia Santos.
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Según el testimonio de una allegada, a las 10:15 de la noche del domingo, Alirio estaba con varios conocidos sentados al frente de su vivienda ubicada en la calle 19 entre avenidas 48 y 49 tomando cerveza y conversando cuando el policía (de civil), quien visitaba a su suegra empezó a disparar al aire una cuadra más arriba.
“Estábamos hablando cuando ese hombre empezó a tirar disparos todo borracho porque lo vi bebiendo desde la mañana en una tienda. Alirio por más hacer se acercó a decirle que dejara de hacer eso porque estaba asustando a su familia y el tipo sin pensarlo le disparó casi que a quemarropa”, explicó la familiar de la víctima.
Ante la impresionante escena, unos familiares de la víctima se acercaron y buscaron la forma de trasladarlo al policlínico Juan Atalaya en donde minutos más tarde lo remitieron al Hospital Universitario Erasmo Meoz (HUEM). Sin embargo, al llegar ya Alirio se encontraba muy grave.
“Llegó muy mal al hospital, recibió un disparo en el pecho. Es una persona que realmente evitaba los conflictos trabajaba como operario de una maquina plana y tiene tres hijos entre los 18 y 23 años. Lo último que pensaba era en morir o buscar pelea de alguna manera”, manifestó.