Desde el jueves, una residente de los edificios vecinos al puente Enrique Cuadros Corredor, más conocido como La Gazapa, puso en conocimiento a las autoridades sobre la pretensión equivocada de David Edgardo Galván Galván, quien intentaba lanzarse desde ese elevado.

“Desde el apartamento lo vi cuando se iba a lanzar y llamé a la Policía, ellos llegaron ese día e impidieron que cometiera su propósito, pero debieron llevarlo a un centro especializado, es decir no le brindaron mayor apoyo”, dijo la vecina.

La mujer estaba ayer tomándose un café desde el 9 piso y volvió a darse cuenta de que el mismo hombre estaba listo para lanzarse. Según el relato, la ciudadana alcanzó a gritarle al Galván, pero eso no sirvió de nada pues lo vio caer.

“Salí corriendo a sacar el vehículo y a ver qué le había pasado, al tiempo que avisaba al cuadrante”, contó ella.

En cuestión de minutos, David Edgardo fue abordado por una patrulla de la Policía y luego por una ambulancia que llegó a prestarle los primeros auxilios. El hombre estaba consiente, se quejaba del dolor e intentaba moverse, pero una patrullera le pedía que no lo hiciera hasta que el personal médico lo revisara.

“No se le veían heridas graves, pero internamente el golpe al caer lo perjudicó mucho”, dijo una fuente.

Un curioso le grabó el rostro al tiempo que le preguntaba su identidad, pero el hombre no respondía palabra alguna. Galván, de 46 años, fue remitido al hospital universitario Erasmo Meoz, pero dos horas después de estar recibiendo atención médica se conoció sobre su muerte.

Según se pudo conocer, una familiar del hombre les aseguró a las autoridades que su ser querido estaba dedicado a la venta y compra de motocicletas, pero que últimamente tenía problemas depresivos por lo que le habían recetado medicamento especial.

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