El lunes, hacia las 10:30 de la noche, el pánico y la incertidumbre se apoderaron de quienes viven en el sector Playa Hermosa, del barrio Las Almeidas, en Cúcuta. Y todo por cuenta de un aparente artefacto explosivo.

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A esa hora, según versiones, funcionarios de una empresa de aseo que se encontraban laborando por esa zona, se encontraron con un extraño tubo que tenía varios cables, lo que les causó miedo y de inmediato la dejaron cerca de la portería de un edificio y se marcharon.

Un vigilante al darse cuenta del extraño objeto, de inmediato alertó a la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) y cuando una patrulla llegó a verificar de qué se trataba, decidió dar la alerta de bomba, por eso iniciaron los protocolos de seguridad.
Una hora más tarde, los técnicos en explosivos de la Mecuc llegaron al sitio y siguiendo con las medidas extremas de seguridad, iniciaron su trabajo de revisión del sector para saber si de pronto había más artefactos extraños.

Hacia las 12:30 a. m., de ayer, los expertos en explosivos armaron el robot que tienen para revisar y desactivar artefactos y lo enviaron hacia donde estaba el tubo con los cables.

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Por casi una hora el robot estuvo analizando el posible artefacto explosivo y al ver que los técnicos podían neutralizarlo, le instalaron un dispositivo y lo destruyeron.

Minutos después, un grupo de uniformados comenzó a inspeccionar el lugar y recopilar los fragmentos que quedaron para saber si verdaderamente el extraño artefacto tenía alguna carga de explosivos.

Media hora después, los expertos pudieron concluir que más que un explosivo, el artefacto fue un señuelo que dejaron en ese lugar para ver la reacción de las autoridades.

“Lo que se puede decir es que eso es un objeto simulado, no representaba un riesgo. Lo que se cree es que como la Fuerza Pública estaba en un ensayo para el desfile del 20 de julio, por la Avenida Los Libertadores, de pronto querían asustarnos y por eso lo dejaron en ese sector residencial”, comentó una fuente judicial.

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