Una familiar de Germán Jesús Paredes Guerrero irrumpió en llanto al recordar que tuvo el presagio de que a su ser querido le había ocurrido algo malo. Y así fue.
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Este hombre, de 29 años, fue asesinado al mediodía del martes, de cuatro impactos de bala, en la vereda Agualasal de El Zulia, sobre la vía que conduce a Tibú.
“Yo presentía que le habían hecho algo, ¿Por qué me dejó sola?”, repetía la mujer, en medio de lágrimas, mientras era consolada por otras familiares.
El cadáver de Paredes fue hallado en una zona boscosa, debajo del puente de Agualasal, hasta donde llegaron miembros de la funeraria Nuestra Señora del Carmen para trasladarlo al Instituto de Medicina Legal en Cúcuta.
Iba a visitar a su mamá
Los familiares de Paredes aseguraron que la víctima salió, desde las 8:00 de la mañana del martes, de la finca donde trabajaba, ubicada en la vereda Vigilancia, zona rural de Cúcuta, con rumbo hacia Villacaro, para visitar a su mamá que está enferma.
Germán Jesús salió en su motocicleta marca AKT, roja, alistó el mercado que le había comprado a su mamá el día anterior y tomó el camino que lo llevaría a encontrarse con ella.
Sin embargo, al menos 12 horas después, sus seres queridos se alarmaron al notar que él no había llegado a su destino y que no respondía las llamadas al celular.
Los familiares se comunicaron con líderes comunales y así empezaron a indagar sobre su paradero.
Tiempo más tarde se conoció del asesinato de un hombre con las mismas características y de esta manera se enteraron que se trataba de su ser querido.
“Lo que queremos es que esto no quede impune, porque es un dolor muy grande. Él era un muchacho trabajador, que velaba por su mamá, a la que iba a llevarle un mercado y algo de dinero”, dijo un familiar.
Lo relevante del caso es que en la escena del hallazgo no se encontró ni la motocicleta ni el dinero que llevaba Germán Jesús.
Los allegados a la víctima aseguraron que no tenía problemas ni amenazas y que por el contrario, Paredes era reconocido en la zona donde vivía por ser un hombre servicial, trabajador y muy amigable.
“Era un buen muchacho. Lo conocí trabajando, siempre estaba presto a ayudar al que lo necesitara”, dijo una de sus amigas.
Las autoridades adelantan las pesquisas sobre este hecho.
En Vigilancia, donde vivía la víctima hacen presencia el Eln y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc) que se disputan el control del territorio para dominar el narcotráfico y las extorsiones.
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