La vocación de servicio comunitario siempre estuvo latente en Diana Carolina Rodríguez Madrigal, por eso su asesinato ocurrido la noche del martes, en la vereda La Florida, de San Cayetano, provocó rechazo e incertidumbre por parte de líderes comunales y sociales de Cúcuta y el área metropolitana.

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La mamá de esta mujer, de 32 años, recordó que aunque en muchas oportunidades le advirtió que esa lucha social podría generarle problemas, ella siempre hizo caso omiso, en busca del bienestar de su población.

La condición de ambientalista hizo que Diana Rodríguez adelantara una batalla contra las empresas coquizadoras de carbón de Urimaco y sus alrededores, para que no se extendieran por su vereda, para así evitar que siguieran contaminando el medio ambiente.

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Los gestos de cariño y la virtud caritativa que caracterizaban a Diana Carolina con su familia es lo que más extrañan ahora sus seres queridos, luego de conocer su muerte.

El amor y la dedicación que tenía la lideresa con su hija también las echarán de menos en su hogar.

Rodríguez dedicó los últimos cinco años de su vida a trabajar por la comunidad, ejerciendo un liderazgo social en pro del medio ambiente y de la gente que la rodeaba.

Actualmente, Diana Carolina alternaba su labor de lideresa social con su trabajo en una empresa de cemento.

“Están acabando con los líderes sociales y nadie hace nada. Queremos que se haga justicia, que las autoridades investiguen por todas las maneras posibles y que el crimen de mi hija no quede impune”, resaltó la mamá de la víctima.

El proyecto de la escuela

Otra lideresa social lamentó la muerte de Diana Rodríguez y reconoció la incansable lucha que siempre tuvo para su comunidad.

Aseguró que, junto con Rodríguez estaban planeando la construcción de un salón de clases para los niños de la vereda La Florida, en San Cayetano, para así también evitar la invasión de los terrenos por cuenta de las empresas coquizadoras.

El ataque

Los familiares de Diana Carolina aseguraron que al notar que pasaron las 7:00 de la noche del martes y ella no llegaba a su vivienda, como cotidianamente lo hacía después de cumplir su jornada laboral, presintieron que algo extraño estaba ocurriendo.

Lo que conocieron los dolientes es que Rodríguez transportó a uno de sus vecinos desde el corregimiento Urimaco, hasta la vereda La Florida, donde vivía y después de dejarlo en la vivienda, la mataron.

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A diez minutos de distancia en motocicleta desde donde la víctima hizo la última parada fue que encontraron su cadáver, con golpes en la cara.

“Ya estábamos desesperados al ver la hora y que ella no llegaba, por lo que llamamos a algunos vecinos y ellos salieron a buscarla y así fue que la encontramos sin vida”, recordó un familiar de la mujer.

Miembros de una funeraria se encargaron de trasladar el cadáver de la víctima al Instituto de Medicina Legal.

Aunque las autoridades no están indagando el crimen como si fuera producto de un atraco, un bolso y las pertenencias de Diana Carolina desaparecieron. Sin embargo, su motocicleta sí quedó en el lugar del asesinato.

El coronel Juan Carlos Ramírez, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, lamentó el hecho y aseguró que se están adelantando las investigaciones correspondientes.

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