A pesar de que Wilmar Giraldo Úsuga, señalado de ser el autor del doble homicidio de Maira Liceth Carreño Coronel y Omar Alberto Quintero Villegas, en Ocaña, el pasado 3 de mayo, no aceptó los cargos imputados por la Fiscalía. Un juez de control de garantías decidió enviarlo a la cárcel para que responda por feminicidio agravado, homicidio agravado y porte ilegal de armas.
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El procesado, presuntamente, asesinó a balazos a la mujer, que era su expareja y al actual novio de ella, en el lugar donde vivía Maira Liceth.
En un video de las cámaras de seguridad que obtuvo la Fiscalía, se puede observar al agresor, cuando se bajó de una motocicleta y sacó un arma de fuego para atacar sin piedad a la pareja, que quedó sin vida al instante.
Luego de disparar en más de seis oportunidades, regresó a su moto y huyó del lugar.
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Desde el momento en que las autoridades fueron alertadas del hecho de sangre, de inmediato se iniciaron las pesquisas y recopilaron información que les permitiera identificar al homicida.
Giraldo Úsuga había tenido constantes demostraciones de violencia con Maira Liceth, con quien tuvo una relación sentimental durante cuatro años. Además, también la golpeaba mientras le exigía que tenía que volver con él.
Desde el momento del doble asesinato, Wilmar Giraldo desapareció del radar de las autoridades, por lo que todas las sospechas apuntaron hacia él.
La captura
Unidades del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía de Ocaña capturaron el 25 de mayo, en una calle del barrio Campohermoso, a pocos metros del Hospital Psiquiátrico San Camilo en Bucaramanga, al sospechoso del doble crimen.
Según se conoció, Wilmar Giraldo es un cabo retirado del Ejército. El exmilitar fue trasladado, horas más tarde, a Ocaña donde se adelantaron las audiencias judiciales en su contra.
Las víctimas
Maira Carreño y Omar Quintero eran abogados. La mujer trabajaba en la Alcaldía de Ocaña, mientras que él cumplía sus funciones en la Defensoría del Pueblo.
Según se conoció, la pareja se enamoró cuando ella llegó hasta el despacho de la Defensoría para instaurar la denuncia de las agresiones a las que era sometida constantemente por el capturado, que también se graduó como abogado, luego de abandonar la carrera militar.
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La joven conoció al capturado mientras estudiaban derecho en la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS), en la sede de Ocaña, pero según sus familiares, por los constantes maltratos, ella decidió terminar la relación.
“Ahí comenzó la persecución, la buscaba y golpeaba, entonces acudió a la Defensoría del Pueblo a interponer la queja y ahí se enamoró del abogado Omar Quintero, sin pensar en las consecuencias”, dijo una familiar de Maira pocos días después de su muerte.
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