Los rostros de tristeza que ayer tenían los familiares de Eider Steven Flórez Arismendi, demostraron el sufrimiento que les dejó la partida de este niño de 10 años, quien fue arrollado por una tractomula, cargada con cilindros de gas natural.
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El pequeño fue atropellado cuando iba a visitar a su abuelo materno, en la vereda Agualinda, de Los Patios.
Eider Steven tenía una estrecha relación con su abuelo, según contaron sus familiares, por lo que lo visitaba frecuentemente.
El hecho se presentó sobre las 3:30 de la tarde, cuando el menor se encontraba junto con dos familiares, en un recorrido en bicicleta, que se inició en el barrio Llanitos, de Los Patios, y tenía como fin llegar hasta la parcela que su abuelo tiene en la vereda Agualinda.
Sin embargo, en medio de la travesía, una de las llantas de la bicicleta en la que se transportaban los acompañantes de la víctima, se desinfló, por lo que tuvieron que parar la marcha.
Eider Steven, según testigos, aprovechó que sus familiares se encontraban ocupados, para sacarles ventaja en el recorrido, su inocente imaginación le hizo creer que estaban compitiendo y era la oportunidad de ganarles.
Los acompañantes notaron que el vehículo de carga pesada frenó de manera imprudente, por lo que se asustaron y miraron a los alrededores para encontrar al pequeño y al no verlo, se desesperaron y tuvieron el presagio del trágico hecho.
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En medio de la angustia, el miedo los hizo ver lo peor: el menor estaba gravemente herido, tendido sobre el pavimento y debajo de las llantas traseras, en el tramo de la vía del sector de Los Vados.
De inmediato, los conductores que transitaban en ambos carriles de la vía se percataron del hecho y llamaron a una ambulancia, que llegó y lo transportó hasta el hospital de Los Patios, donde ingresó sin signos vitales.
Miembros de la unidad de criminalística de la Policía de Tránsito y Transporte arribaron a la zona para verificar lo sucedido y recoger pistas que les permitan iniciar con la investigación judicial, para saber cómo se dio el accidente.
El conductor de la tractomula fue trasladado a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía, donde le definirán su situación jurídica. Las autoridades de tránsito, al cierre de esta edición, le hacían la prueba de alcoholemia al chofer.
Trágico destino
El menor de edad siempre estará en el corazón y la mente de sus familiares, que fueron los últimos en compartir momentos, antes del trágico hecho. Ellos sienten que si la llanta de la bicicleta no se hubiese desinflado, el accidente no habría ocurrido.
“Ahí pudimos morir todos, porque donde la llanta no se pinche todos hubiéramos quedado debajo de las llantas de la tractomula” explicó entre lágrimas uno de los familiares.
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