Ni familiares ni amigos salen del asombro por la repentina y trágica muerte de la cucuteña Silvia Quintero, ocurrida en la madrugada del pasado lunes 15 de junio, tras caer del décimo piso de su apartamento en el barrio Chapinero de Bogotá.

Silvia, de 22 años, quien según sus amigos era una persona “jovial y buena gente”, estaba a punto de viajar a Francia a hacer un semestre de intercambio pues era estudiante de séptimo semestre de psicología de la Pontificia Universidad Javeriana.

Precisamente esa “jovialidad” que la caracterizaba lo que le impide a sus familiares creer que su final hubiera sido el suicidio. El supuesto de que ella tomó la decisión "tan oscura" de lanzarse al vacío sin pensarlo dos veces, luego de una discusión con su novio y único testigo del hecho, Charles Peterson Sarmiento, otro cucuteño, no les cabe en la cabeza.

Quienes se han referido al hecho aseguran que el domingo, la pareja habría discutido luego de que Peterson, se molestara con ella por estar viendo el partido entre Colombia y Venezuela por la Copa América, con unos amigos y no con él.

Testigos relatan que al término del partido llegaron al apartamento, muy molestos y aparentemente, por esta situación, se habría desencadenado una fuerte discusión que terminaría con la muerte de la joven cucuteña. El caso aún es materia de investigación.

Tras la caída, Charles Peterson bajó para brindarle auxilio pero la contundencia del impacto le impidió sobrevivir.

Silvia fue sepultada en el cementerio Jardines del Recuerdo de la ciudad de Bogotá, lejos de su amada Cúcuta, a donde llegaron cerca de 150 acompañantes entre familiares y amigos.

De Charles Peterson Sarmiento, novio y único testigo en la muerte de Silvia, no se ha sabido nada. No asistió al sepelio, ni se ha presentado ante las autoridades.

La última actualización de Peterson en su perfil de Facebook fue:

Por ahora, se esperan los resultados de las investigaciones que adelanta la Fiscalía, para esclarecer si lo de Quintero se trató de un accidente, un suicidio o un homicidio. Sobre estas hipótesis trabajan los agentes del CTI.

Medicina Legal se negó a cremar el cuerpo, como medida de precaución en caso de que se requiera realizar algún procedimiento relacionado con el hecho.