Los habitantes de la vereda Pedregales, zona rural de El Zulia, están tan acostumbrados a oír disparos y a ver a los integrantes de los grupos armados ilegales por ahí, que las primeras cinco detonaciones que se oyeron la mañana de ayer, cuando estaban asesinando a Ramón Antonio Picón Suárez, frente a un supermercado de esta población, pasaron desapercibidas.
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Sin embargo, instantes después de este hecho, una oportuna reacción de militares del grupo Maza, de la Trigésima Brigada, del Ejército, que pasaban por este lugar, permitió la captura de dos de los presuntos homicidas, en medio de un intercambio de disparos, a pocos metros de donde quedó tendido el cadáver del comerciante.
“Yo escuché los tiros y cuando salí, vi cuando la camioneta se le atravesaba a la moto y uno de los militares se bajó a dispararles a los otros que también dispararon varias veces. Esos momentos fueron de locura”, dijo una vecina de este sector.
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Según se conoció, los autores del crimen de Picón fueron cuatro hombres que se movilizaban en dos motocicletas, pero los militares solo pudieron impactar a dos de estos, que de inmediato se cayeron de la moto, de placa DUL-65C, y quedaron en el lugar heridos.
Un soldado que se enfrentó a los presuntos delincuentes también resultó herido y tuvo que ser trasladado a un centro médico.
Cuando los uniformados garantizaron la seguridad en la zona, les brindaron los primeros auxilios a los heridos, mientras al lugar del hecho arribaba una ambulancia para trasladarlos a un centro médico. Unidades de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargaron de la inspección.
Una fuente judicial cercana a las pesquisas aseguró que, al parecer, los detenidos son miembros de la disidencia del Frente 33 de las Farc, a los que les hallaron dos armas.
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“Se sabe que la situación viene desde El Tarra. Llegaron a matar al señor (Ramón Picón) y cuando pretendían huir, se encontraron con las tropas del Ejército y así se pudieron capturar en medio del fuego cruzado”, dijo la fuente.
De la víctima
Según algunos habitantes del lugar donde ocurrió el crimen, Ramón Picón llegó a vivir en este lugar en enero de este año. Dejó dos hijos.
“Ese señor todo el tiempo tenía en los brazos a la niña, se le notaba el amor por su hija. Cuando supimos que lo habían matado, de una vez pensamos en esa criatura. Gracias a Dios a ella no le pasó nada”, dijo un vecino del lugar.
Picón Suárez tenía un local de venta de repuestos de motocicletas, diagonal de donde terminó sin vida, la mañana de ayer.
Las pistas
Los investigadores de la Brinho que adelantaron las pesquisas del hecho, tendrán que analizar los videos de varias cámaras de seguridad que están instaladas alrededor de donde fue asesinada la víctima.
Asimismo, recolectaron las vainillas que serán aportadas a la investigación para ser cotejadas con las armas incautadas.
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