Los presuntos autores de dos homicidios ocurridos en enero de este año, en Cúcuta, no pudieron escapar del cerco de los miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) que les siguieron el rastro hasta identificarlos y ponerlos tras las rejas.
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Los investigadores empezaron a seguirle la pista al hombre que atacó a puñaladas a un limpiavidrios, la noche del sábado 15 de enero, en la bahía de la calle 22 con avenida 1, del barrio Prados del Norte, en medio de una riña, hasta poder identificarlo.
A través de videos de las cámaras de seguridad y de fuentes humanas, las autoridades pudieron conocer que Édgar Alexander López Robles, fue quien presuntamente atacó sin piedad a la víctima, en medio de una pelea.
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En un lapso de 35 minutos se dio el mortal ataque, luego de que se iniciara una pelea entre dos hombres que se dedican a ese oficio. Al parecer, la gresca se inició por la limpieza de uno de los vehículos que pasaba por este sector.
Según conocieron las autoridades, el agresor inicialmente huyó del lugar de donde se dio la pelea y media hora después regresó, en compañía de otro hombre, en una bicicleta y de inmediato se fue hacia donde estaba su rival y lo atacó con un cuchillo, propinándole tres puñaladas en la espalda, dejándolo gravemente herido en el piso.
Cuando se percató de que había cumplido su objetivo, el asesino huyó junto con su cómplice.
Los comerciantes y transeúntes de este sector alertaron a la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) para que arribara al lugar, por lo que cuando los uniformados se percataron de que la víctima aún tenía signos vitales, la trasladaron al Hospital Universitario Erasmo Meoz, donde finalmente murió.
La semana pasada, la Brinho capturó a Édgar López en la glorieta del barrio San Mateo, alrededor del comando de la Policía Metropolitana de Cúcuta.
Crimen en la Diagonal Santander
El asesinato de Wilfrido Narváez Pérez, ocurrido la madrugada del 24 de enero, en el barrio Latino, en inmediaciones de la Diagonal Santander, no quedó impune. Carlos Andrés Fernández deberá responder en la cárcel por el delito de homicidio, por estar presuntamente involucrado en este hecho.
La Brinho recopiló el material probatorio y así tramitó la orden de captura en su contra para poder dejarlo a disposición de la autoridad competente.
Precisamente, en el mismo sector donde ocurrió el homicidio fue detenido recientemente Fernández.
La víctima
Narváez, conocido como ‘Catire’, frecuentaba el puente Eustorgio Colmenares, alrededor de donde fue asesinado, además del centro de la ciudad, envuelto entre el consumo de drogas y la vida de la calle.
La víctima, oriunda de Aguachica (Cesar), había llegado junto con su pareja, hacía un año y medio a Cúcuta, provenientes de Venezuela.
Trabajó en una fábrica de yogurt y luego como albañil, pero sus días productivos se acabaron cuando el bazuco le ganó la batalla y de un momento a otro, lo que él pensó que tenía controlado, lo llevó a vivir en la calle.
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Narváez Pérez dejó una hija de 7 años. A pesar de que siempre quiso salir adelante, el consumo de droga intervino en todos los proyectos de vida que tuvo.
La compañera sentimental de Narváez les pidió a los consumidores de drogas que reflexionen y eviten el sufrimiento que causa los alucinógenos en las familias.
Varias personas que transitan o residen cerca del lugar donde ocurrió el hecho, afirmaron en ese momento que la víctima, presuntamente fue golpeada por varios hombres que trabajaban como vigilantes informales por calles cercanas.
“Por esta zona hay muchas personas que viven abajo del puente, que justo da por el canal y pues el hombre, al parecer, robó unos cables de un establecimiento comercial y lo vieron, de todas formas sí hubo brutalidad por parte de esos hombres”, manifestó una de las personas en el momento del asesinato.
