Los ojos de la hermana de Elkin Monsalve Marín, quien murió en un accidente de tránsito la madrugada del viernes, reflejan tristeza y resignación cuando intenta recordar los momentos de alegría que compartió con él.
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La víctima era oriunda de San Bernardo del Viento. Su hermana viajó desde Rionegro (Antioquia), para adelantar los trámites y reclamar el cadáver para poderle dar el último adiós.
La mujer describió a Elkin como un hombre servicial, amigable, alegre, trabajador y honesto. Con tristeza recordó que la última vez que habló con su hermano fue el 25 de marzo, cuando él cumplió los 43 años.
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Monsalve Marín murió cuando se movilizaba junto con tres personas más en un carro marca Chevrolet Optra, de placas AGS-66G. El vehículo chocó de frente contra la estructura del puente que rodea la glorieta Arnulfo Briceño, en la avenida Los Libertadores, causándole la muerte a él y dejando a los demás ocupantes heridos.
“Lo único que sé es que ellos estaban tomando, pero no tengo claro si la mujer que conducía también estaba ebria”, dijo la doliente.
Dayán Rosana Millán González, de 23 años, conducía el vehículo en sentido hacia el patinódromo, cuando impactó de frente contra una baranda metálica, causando graves heridas a los ocupantes del carro.
Rápidamente llegaron ambulancias, así como miembros del Cuerpo de Bomberos para sacar a las víctimas de entre las latas retorcidas.
Dayán Millán, Jeferson Andrés Solano Castañeda, Eder Enrique Martínez Arrieta y Elkin Monsalve Marín, fueron trasladados a la clínica Médico Quirúrgica, pero este último llegó sin vida al centro médico.
Solano, natural de Floridablanca, sufrió traumas en la cabeza y en la pierna derecha; Eder Martínez, de 43, trauma en el cráneo; mientras que la conductora, estudiante universitaria, golpes en el cuerpo.
Llegó un día antes
Según se conoció, Elkin Monsalve vivía en Bucaramanga, donde trabajaba vendiendo celulares. Sin embargo, frecuentaba a Cúcuta, en busca de repuestos y otros equipos necesarios para su labor.
Precisamente, a la 1:00 de la tarde del jueves arribó a la capital de Norte de Santander, con el objetivo de hacer algunas compras y retornar a Bucaramanga. Lo único que supieron sus familiares es que se encontró con un grupo de amigos y empezaron a tomar licor.
Monsalve Marín dejó tres hijos, dos de estos menores de edad, que viven en la región de donde era oriunda la víctima del accidente.
“Yo lo único que quiero es reclamar el cuerpo de mi hermano y llevarlo para despedirlo. Sin embargo, hay que esperar los trámites que quiera adelantar la familia”, dijo la hermana, mientras cumplía con las diligencias para que le entregaran el cadáver.
Por ahora se espera que las autoridades de tránsito también avancen en las pesquisas y se esclarezcan las causas del accidente.
