La voz se entrecorta y el desespero invade rápidamente el recuerdo macabro que tiene Jhon Alexander Sánchez López, sobre el doble homicidio de sus hijos Didier Farid y Deivinson Jair Sánchez Pérez, de 17 y 15 años, descubierto el 15 de noviembre de 2017 en La Parada.

El común denominador de esta mortal historia es la tortura. Esa macabra acción de los homicidas de sus hijos, que torturaron y apuñalaron a las víctimas. De la misma manera, la búsqueda de la verdad y reparación ha sido una tortura para los papás de estos dos adolescentes rosarienses.

Intentos de homicidio, amenazas, ataques y hasta intentos de suicidio, han sido los acompañantes durante casi dos años de la familia Sánchez Pérez, sumergida en el dolor y nuevamente en el desplazamiento forzado, huyendo de esta zona de frontera donde ya fue golpeada por el conflicto armado.

“Llegué a Bogotá con la ropa que tenía puesta, porque me amenazaron en Villa del Rosario. Es frustrante que a pesar de perder a mis dos hijos de esa manera tan cruel, aún no haya pasado nada con este caso”, dijo Sánchez López.

Lo primero que rechaza este papá adolorido es que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), según él, le haya dado la espalda en ese momento tan triste, luego de tener calidad de refugiado tras la oleada violenta que ocurrió en 2002 en Villa del Rosario, y por la que tuvo que migrar hacia el otro lado de la frontera.

Jhon Alexander Sánchez López, padre de las víctimas.

“Acnur me dio la espalda, yo estaba bajo protección y se lavaron las manos diciendo que yo vivía en Colombia y no es así, yo vivía en la invasión Mi Pequeña Barinas de Venezuela”, explicó Sánchez.

Desde ahí, todo fue una seguidilla de situaciones que ‘aplastaron’ su existencia y la de su familia.

Sánchez aseguró que los pasaportes colombianos fueron retenidos en el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) de Venezuela, lo que calificó como una acción ilegal.

Después, el grupo Los Colectivos, con presencia en el vecino país, se apoderó de su casa ubicada en Mi Pequeña Barinas. Sin nada, no hubo otra opción más que abandonar el vecino país por seguridad.

Sánchez camina temeroso por los alrededores de Villa del Rosario, pues una amenaza y un ataque ocurrido en mayo de 2018, lo obligaron a abandonar su tierra natal (Villa del Rosario) y buscar otros horizontes, lejos de esta zona de frontera.

“Aunque he querido visitar mi casa que está en San Antonio (Venezuela), no me atrevo. En La Parada, unos hombres me agarraron, me golpearon con la cacha de un arma y me robaron los documentos del caso de mis hijos”, dijo.

¿Un crimen pasional?

Aunque durante el hallazgo de los cadáveres por parte de las autoridades colombianas, en una casa de La Parada, fue descubierto un papel en el que los homicidas, que se identificaban como miembros del Ejército de Liberación Nacional (Eln), aseguraron que los asesinaron por ser presuntos paramilitares, lo cierto es que las mismas autoridades no han entregado un móvil claro sobre este hecho.

Entre tanto, los dolientes aseguraron que los hermanos Sánchez Pérez eran jóvenes trabajadores que se rebuscaban el dinero vendiendo artesanías en Villa del Rosario. 

Sin embargo, un reciente rumor que llegó a los familiares de las víctimas, da un indicio de que estos hechos podrían ser producto de un brutal crimen pasional.

El crimen de los dos hermanos ocurrió en esta vivienda de La Parada.

“Nos vinimos a enterar hace poco que mis hijos tuvieron una discusión días antes del hecho, con el exnovio de la que en ese momento era la novia de Didier Farid”, explicó Sánchez.

El papá de las víctimas aseguró que recientemente apareció una foto de la cédula de la mujer y un papel que la tarde del 14 de noviembre de 2017 llevaba consigo Didier Farid, cuando salió con el hermano a buscar unos víveres en La Parada y no regresaron con vida.

“Yo he tratado de comunicarme con la Fiscalía de Los Patios que tiene el caso y ha sido imposible. Quiero que el fiscal encargado conozca esto y pueda gestionar cualquier investigación”, insistió.

La captura

Sin embargo, en diciembre de 2017 la Policía Metropolitana de Cúcuta capturó a los integrantes de la banda delincuencial La Frontera, dedicada a cobrar extorsiones y a cometer homicidios en La Parada.

El coronel Javier Barrera, entonces comandante de la unidad policial, aseguró que esta banda simulaba pertenecer al Ejército de Liberación Nacional (Eln) para generar temor entre los habitantes de la frontera.

A La Frontera se le atribuyó, entre otros crímenes, el asesinato de los hermanos Sánchez Pérez.

Aunque esta familia rosariense continúa padeciendo la indiferencia del Estado tras la muerte de sus hijos, guarda la esperanza de que la impunidad no siga rondando este hecho.