Juan Ramón Arenas Arévalo y el venezolano Cleiderman Antonio Gómez, los últimos dos jóvenes asesinados en Tibú,  estaban presuntamente  dedicados a raspar la hoja de coca en esa zona del Catatumbo y un presunto hurto de unas motocicletas habría desatado sus asesinatos. Así lo aseguró, extraoficialmente una fuente.

Los cadáveres de los jóvenes, que se conocían entre sí, aparecieron con unas horas de diferencia.

A Cleiderman Antonio lo encontraron de la vereda Campo Yuca a las 8:30 de la mañana del sábado, pero la muerte había ocurrido horas antes. El joven tenía sobre su estómago, un pedazo de cartón sostenido con una piedra, en el que se leía “Por ladrón de motos”.

Aunque a Juan Ramón no le dejaron ningún cartel apareció el sábado, hacia las 2:00 de la tarde. Fue sacado de su residencia y lo dejaron tendido en la vía conocida como La Serena.

Según la fuente, este modo de operar es muy particular de las disidencias de las Farc, que tienen el control en la zona, junto a la guerrilla del Eln.

“Dos impactos en la cabeza presentaron los dos cuerpos. Es una modalidad que prevé que sea un mismo autor”, precisó la fuente.

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