La familia Estupiñán pareciera que cargara con una maldición que les ha impedido ser felices durante los últimos dos meses, pues dos de sus integrantes fueron asesinados en El Zulia, en febrero, y hace pocas semanas les tocó salir de ese municipio del área metropolitana de Cúcuta por temor a que les maten a otro ser querido.

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Luego de los homicidios de los hermanos Édgar y Carlos Arturo Estupiñán Rodríguez, la familia decidió recoger sus cosas y salir de la finca en la que vivían y cultivaban en la vereda El Salto, para tratar de rehacer su vida lejos de la violencia y el desespero.

“Es duro porque somos una familia dedicada al campo, no estamos acostumbrados a la vida bulliciosa y estresante de la ciudad, pero toca mientras la situación se calma”, comentó un integrante de la familia.

Habían pedido protección

Para finales de febrero unos miembros de esa familia llegaron hasta las instalaciones de la Fiscalía en Cúcuta para exponer el caso y que les brindaran protección, incluso pidieron que los sacaran de Colombia.

“Fuimos para decirles que ya habían matado a dos hermanos nuestros, que no podíamos seguir así porque creíamos que los asesinos no iban a parar hasta matarnos a todos, pero solo recibimos evasivas”, indicó un hermano de las víctimas.

Los allegados denunciaron que no han recibido noticias por parte de la Policía Metropolitana de Cúcuta o la Fiscalía respecto a los avances en las investigaciones sobre los crímenes de Édgar y Carlos Arturo, una situación que les deja un sinsabor, pareciera que los asesinatos quedarán en la impunidad.

Extraoficialmente se conoció que un grupo armado ilegal estaría detrás de los crímenes y también les habría lanzado amenazas a los familiares, pero las autoridades investigan de cuál organización se trata.

“Luego del asesinato de Carlos Estupiñán, los violentos lanzaron las amenazas, días después mataron a Édgar Estupiñán”, comentó una fuente judicial.

Los crímenes

Carlos Estupiñán, de 41 años, fue atacado a bala por dos hombres, cuando se movilizaba en una motocicleta, el martes 7 de febrero, a las 7:30 de la mañana, por la vereda El Santo, zona rural de El Zulia.

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Según se conoció, el hijo de la víctima se desplazaba en una volqueta, mientras que su papá transitaba en una moto. Sin embargo, en medio del trayecto, Estupiñán adelantó su marcha y perdió de vista a su ser querido.

En el camino, el hijo de Carlos lo encontró gravemente herido, con un impacto de bala en el pecho y otros dos en la espalda, tendido al lado de la moto, por lo que de inmediato lo subió a la volqueta y lo trasladó al hospital de El Zulia, de donde fue remitido al Hospital Universitario Erasmo Meoz, en Cúcuta, donde murió horas después.

El asesinato de Édgar Estupiñán, de 39 años, ocurrió en el sector conocido como Cachamay, en la vía El Zulia-Astilleros, el 26 de febrero. El hombre, que era conocido como ‘Peludo’, transitaba en una motocicleta de placa XDN-55, fue interceptado por hombres armados que lo atacaron a disparos.

La víctima murió en el lugar del hecho, hasta donde tuvo que llegar la funeraria Nuestra Señora del Carmen para trasladar el cuerpo al Instituto de Medicina Legal en Cúcuta, para que le hicieran la inspección técnica.

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