La voz de una hermana de Misael Delgado Niño, el conductor de tractomula asesinado el pasado domingo, en la vereda San Miguel de Sardinata, se entrecorta cuando recuerda los momentos de alegría que compartió junto con su ser querido.

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Entre los recuerdos y las anécdotas de los familiares y amigos de Delgado, de 35 años, permanecerán para siempre la alegría, la sonrisa y la amabilidad que lo caracterizaban. “Él decía que uno tenía que reír y ser feliz en la vida, porque para eso nacimos”, dijo su hermana Ángela Delgado.

Misael murió atacado a puñaladas, al parecer, por un hombre que lo acompañaba en el viaje hacia Cúcuta, proveniente de Santa Marta.

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Al parecer, Delgado se confió en la carretera y subió a una persona que le pidió la ‘cola’, hecho que al menos dos de sus compañeros de trabajo se abstuvieron de hacer.

Se presume que el agresor le robó dinero y otras pertenencias a la víctima, pues en el momento del levantamiento Misael no tenía ni siquiera los documentos de identidad.

Justicia

Los familiares de Delgado, quien era oriundo de Bucaramanga (Santander), exigieron justicia con el homicidio de su ser querido e insistieron que las autoridades deben intensificar las investigaciones para capturar al responsable para que pague por el crimen.

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“Pedimos justicia, queremos saber si es cierto que la justicia existe en Colombia.  Queremos que se aclaren las cosas, que aparezca el responsable y que pague lo que tenga que pagar, porque nos dejaron un dolor muy grande, que solo las personas que estamos pasando por esto lo sentimos”, dijo la doliente.

Delgado Niño dejó una hija de 14 años. Su vida transcurría entre conducir, viajar y dedicarse a su familia.

Entre familiares y amigos hay desconsuelo. La amabilidad y el espíritu servicial que tenía Misael para las personas que lo rodeaban serán siempre su mejor huella. La alegría que irradiaba constantemente le hacía ganarse el cariño en cada lugar a donde llegaba.

Su familia le pidió al Gobierno Nacional que fije su atención en este caso, para que las autoridades avancen con las pesquisas y también se garantice la seguridad del este gremio en las vías del país.

Misael Delgado inicialmente trabajaba como taxista, pero después logró hacer realidad su sueño de trabajar manejando una tractomula, por el gusto que descubrió mientras viajaba con uno de sus hermanos que también es chofer.

Fue asesinado cuando le faltaba poco para llegar a la capital de Norte de Santander, su destino, donde iba a recibir un cargamento de mercancía para nuevamente emprender un viaje.

El cadáver de Delgado fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, donde sus seres queridos tendrán que reclamarlo, mientras las autoridades avanzan en las investigaciones para identificar al autor del crimen.

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