Aunque en la voz de la familia de la docente Maritza Carrascal Trujillo, quien murió en un accidente de tránsito, junto con su compañera Sandra Beatriz Lizarazo Albarracín, la noche del 5 de diciembre del año pasado, todavía se percibe tristeza y resignación por la pérdida de su ser querido, recientemente se conoció que el próximo 24 de febrero se reanudará el proceso penal por este hecho.
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El dolor se mantiene intacto entre los familiares de las dos docentes que perdieron la vida por cuenta de las imprudencias de Verleón Franco, el conductor de la camioneta que causó el siniestro, mientras conducía ebrio, en el sector La Avalancha o La Ceiba, de Sardinata, además, la tristeza también golpea cada minuto a las mamás, hijas y hasta nietas de estas mujeres que dedicaron su vida a la enseñanza.
El responsable del mortal accidente actualmente goza del beneficio de casa por cárcel, sin embargo, el 24 de febrero se desarrollará una audiencia virtual en la que serán escuchadas las partes involucradas.
“Lo que se quiere es que quien nos causó este daño tan terrible, esté en la cárcel”, insistió un familiar de una de las víctimas.
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La sonrisa, dedicación y el amor por su profesión son extrañados diariamente en la casa de la familia Carrascal Trujillo. La labor de Maritza y la entrega que la apasionaba, la caracterizaron en cada jornada y en cada enseñanza que dejó en las aulas de clase.
Sus familiares están apegados a la justicia divina y esperan que la partida de su ser querido sea recompensada con las consecuencias legales para el autor del hecho.
“Todo ha sido muy duro. La mamá la extraña en cada minuto, la hija y la nieta han tenido que soportar momentos muy difíciles”, recordó el familiar de Carrascal.
Las pruebas del delito
Las autoridades conocieron los videos que grabaron los viajeros y transeúntes el mismo día que ocurrió el accidente, en los que se observa a Franco conducir ebrio, haciendo maniobras peligrosas en la vía.
En las grabaciones aficionadas, los testigos aseguraron que el conductor de la camioneta marca Caribe, sin placas, estaba bajo los efectos del alcohol, al punto de que casi se estrella contra una máquina que estaba adelantando arreglos cerca de Sardinata.
Precisamente, minutos después de estrellarse contra el vehículo en el que se movilizaban las víctimas, los gestos y las expresiones del responsable, dejaron en evidencia su estado de embriaguez.
“Aquí donde estoy, estoy bien parado”, repetía una y otra vez Franco, en un video que grabó un habitante de esa zona, mostrando cómo quedaron destrozados los dos vehículos.
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En medio de la grabación, también algunos curiosos que rodeaban la escena del hecho, tuvieron que pedirle a Franco que se calmara, además de simular que él tenía la razón en lo que decía, para evitar que se exaltara y reaccionara de manera agresiva.
En el momento del accidente, las víctimas, junto con otro profesor, regresaban a Cúcuta luego de cumplir como jurados en la jornada de elección de los Consejos de Juventud, en Sardinata, que se desarrolló ese fin de semana en el país.
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