Las súplicas de la mamá de José David Guerra Pedroza, de 18 años, como fue identificado el hombre que fue asesinado a balazos, el pasado jueves, a las 4:30 de la tarde, en Ciudad Rodeo, para que se regresara a vivir en Campo Dos (Tibú), no fueron escuchadas por él y ahora ella tuvo que despedirlo en medio de lágrimas.

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El dolor invadió a la mamá y a los siete hermanos de la víctima, que tendrán guardados para siempre los momentos de alegría y la jocosidad que caracterizaban a José David.

Los dolientes reconocieron el cadáver y adelantaron los trámites para reclamarlo y llevarlo al sur de Bolívar, de donde él era oriundo, para darle el último adiós.

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La mamá de Guerra recordó que su hijo trabajó durante un tiempo en fincas de palma en la zona rural de Tibú y luego decidió venir a Cúcuta, junto con un amigo.

José David se radicó en la capital del departamento y le aseguró a su familia que estaba trabajando y que todo estaba marchando bien. 

Sin embargo, un mes después fue asesinado de seis impactos de bala, cayendo sin vida a un costado de una de las torres de esta urbanización ubicada por el Anillo Vial Occidental.

¿Cómo fue?

En el momento del crimen se conoció que, al parecer, la víctima fue citada a ese sector de Cúcuta y luego de ser perseguida por tres hombres, la atacaron de manera indiscriminada.

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“Yo escuché primero unos tiros lejanos, pero a los segundos volví a escucharlos muy cerca. A ese hombre lo venían persiguiendo con un arma y es más, se ve el camino que recorrió, porque ahí están las gotas de sangre”, dijo uno de los trabajadores del sector donde ocurrió el homicidio.

La comunidad, según las autoridades, solo alcanzó a reconocer a uno de los agresores porque estaba completamente vestido de negro, sin embargo, uno de los establecimientos comerciales cercanos al sitio del crimen contaba con cámaras de seguridad, por lo que los uniformados se acercaron a recopilar los videos para esclarecer el hecho.

Varios vecinos que lograron aproximarse a ver a la víctima, antes de que la Policía acordonara el lugar, aseguraron que no lo habían visto nunca en Ciudad Rodeo. Aun así, mientras la Brihno hacía entrevistas y registros fotográficos del hecho, una mujer que aparentemente sabía quién era el hombre asesinado, se acercó y mostró escenas de dolor.

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