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Judicial
Entró por una cortada en un brazo y murió, su familia denuncia negligencia médica
Conozca la historia de la confusa muerte de Jairo Fuentes Sepúlveda en su residencia, ubicada en Belén
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Laura Serrano
Sábado, 14 de Agosto de 2021

La tarde del martes, en uno de los cementerios que está sobre la avenida principal de Los Patios, familiares de Jairo Enrique Fuentes Sepúlveda le dieron el último adiós.

El entierro se dio en medio de sentimientos de impotencia, tristeza y hasta de enojo, debido a que muchos de los familiares de Fuentes Sepúlveda, de 52 años, creen que él falleció por una negligencia médica en la Unidad Básica Loma de Bolívar.

Para los parientes y allegados del fallecido, no hay otra respuesta clara, pues consideran que la cortada que sufrió Jairo Enrique, en su brazo derecho, no era para que perdiera la vida.

Sin embargo, la Empresa Social del Estado Instituto Municipal de Salud (E.S.E Imsalud) aseguró que el personal médico le prestó la atención debida a Jairo Fuentes y que será Medicina Legal la que establezca las causas del fallecimiento.

Una sobrina de la víctima, habló con La Opinión y entregó la versión sobre lo que tuvieron que padecer en dicho centro médico a donde llevaron a su ser querido, luego de sufrir el accidente.

 

Lo sucedido

Según la familiar, su tío, llegó la madrugada del pasado domingo a su casa, ubicada en la avenida 27 con calle 29, del barrio Belén, en donde vivía con la mamá, de 76 años.

“Llegó de compartir con unos familiares. Mi abuela le abrió y se acostó. Al rato ella escuchó que él la llamó y cuando salió a la sala, lo vio ensangrentado. Mi tío quizás se resbaló y justo cayó, cortándose con un vidrio”, dijo la sobrina.

En medio de la emergencia, la mamá de Jairo Enrique intentó levantarlo, pero no pudo, entonces, salió a la calle y pidió ayuda a los vecinos. Muy cerca también residen otros familiares, quienes llegaron.

Fueron dos primos de Jairo Fuentes los que lo trasladaron a la Unidad Básica Loma de Bolívar y, al llevarlo, aseguran, fue lo peor que pudieron hacer.

“Tanto en la casa, como al llegar al centro médico, mi tío se mantuvo consciente. En la casa le pararon el sangrado con un torniquete y como estaba lleno de sangre, la enfermera no quiso atenderlo”, comentó la sobrina.

Según el relato, una de las tres enfermeras que estaban de turno, que atendió al hombre, le exigió al familiar que lo acompañaba que debía bañarlo, porque así no lo atendería, además que le solicitó la compra de guantes y paños húmedos.

“Lo sentaron en una silla de ruedas y le indicó a mi primo dónde estaba la manguera para que él se encargara de bañarlo y cambiarlo, mientras otro (familiar) fue por lo que le pidieron que comprara. A pesar de haber hecho lo que esa enfermera pidió, aun así no le prestaron atención inmediata. Una de ellas solo respondió ‘ahora le cocemos el brazo’ y lo dejó ahí”, añadió la familiar.

Quien estaba presente dentro del puesto de salud y se percató de que su ser querido no recibía atención, empezó a presionar por ayuda y a solicitar que el médico de turno autorizara que al menos le pusieran suero, pero solo encontró negativas y hasta lo sacaron del lugar.

“Antes de que sacaran a mi primo, él les pidió que lo trasladaran al hospital y la respuesta que le dieron fue que la ambulancia que había, no tenía frenos”, señaló la mujer.

Los familiares aseguraron que 45 minutos después fue que las enfermeras se percataron de que Jairo Enrique estaba inconsciente.

“Cuando lo vieron desvanecido, reaccionaron asustadas las enfermeras, lo pasaron a una camilla y como se dieron cuenta de que no estaba reaccionando y lo reanimaron con un desfibrilador, que ni se veía que tuviera corriente. Luego salieron y nos dieron la noticia. Nadie podía creerlo”, indicó la sobrina de Fuentes.

Piden investigar

Desde entonces, los familiares solo tienen un único propósito: no descansar hasta que los responsables se enfrenten a la justicia.

“Lo que ocurrió es una negligencia. Desde el primer momento fueron mis familiares que tuvieron que hacer el trabajo de las enfermeras, dos de las cuales estaban sentadas pegadas (hablando) al celular. Lo dejaron morir, eso es lo que pasó”, manifestó la familiar.

Fuentes Sepúlveda era el menor de tres hermanos, trabajaba como domiciliario, sus allegados y amigos lo describieron como una persona muy servicial en el barrio Belén, en donde vivieron con él y conocieron su bondad y servicio.

Comunicado

Tras ser consultados por La Opinión, la E.S.E Imsalud aseguró a través de un comunicado que adelantaron una auditoria médica al proceso de atención brindado a Jairo Fuentes Sepúlveda.

“El paciente ingresó al servicio de urgencias de la UBA Loma Bolívar el pasado domingo 8 de agosto de 2021; siendo aproximadamente las 03:07 horas, en estado de embriaguez y con herida corto punzante en el brazo derecho, con sangrado abundante y activo por más de 30 minutos de evolución; posterior a una caída desde su propia altura sobre una licorera de vidrio, de acuerdo a la información suministrada por familiares”, se lee en la misiva.

Añadiendo: “el personal médico asistencial de turno prestó atención pertinente y oportuna de acuerdo al nivel de complejidad de la IPS y realizó maniobras de reanimación sin respuesta, produciéndose el deceso del señor a consecuencia de shock hipovolémico, secundario a la herida corto punzante”.

Imsalud también manifestó que sobre lo ocurrido fueron notificadas las autoridades competentes, que adelantan el proceso de investigación respectivo. “El establecimiento de las causas de la muerte será competencia del Instituto Nacional de Medicina legal”.

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