El atardecer del martes 15 de noviembre no se borrará de la memoria de los habitantes de la avenida 49 con calle 2, de la invasión Paz y Futuro, pues a las 5:50 p. m., dos menores de edad resultaban heridos tras un ataque a bala que iba dirigido contra Jainer Páez, quien finalmente terminó muerto.
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El temblor en las manos y la voz entrecortada de muchos residentes de este humilde sector que colinda con el Anillo Vial Occidental, de Cúcuta, reflejaban ayer lo que había sucedido horas antes, donde dos niños, de 8 años, jugaban tranquilamente en el andén de su casa cuando recibieron un balazo, cada uno de ellos.
Las detonaciones de los disparos alarmaron a quienes viven cerca del lugar de los hechos y por eso, muchos corrieron a esconderse, pero los pequeños no pudieron hacerlo. Ya, cuando la calma retornó al sitio, las personas salieron del sitio, encontrando a Jainer Páez muerto en el porche de una vivienda y a los menores llorando y ensangrentados.
Los familiares de los infantes se los llevaron rápidamente hasta el Anillo Vial Occidental, en busca de un vehículo que los auxiliara para ser trasladados al Policlínico de Atalaya, donde fueron atendidos y de inmediato remitidos al Hospital Universitario Erasmo Meoz.
Uno de los pequeños recibió un disparo en la cabeza y hasta el cierre de esta edición permanecía bajo observación médica con pronóstico reservado, mientras que el otro niño fue dado de alta horas después, porque el tiro no ocasionó ningún daño de gravedad.
Lo persiguieron para asesinarlo
Cuando las unidades de la Policía y el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) llegaron al lugar del hecho, conocieron que tres hombres llegaron hasta la casa de Jainer Páez, y cuando lo vieron, uno de ellos sacó una pistola y comenzó a dispararle, lo que provocó que víctima saliera corriendo, buscando un sitio donde esconderse.
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Páez, según versiones, luego de correr más de 100 metros, llegó a la vivienda donde estaban los niños jugando y dos de los disparos que le hicieron los impactaron.
Aunque Jainer intentó meterse a esa casa a esconderse, no alcanzó, uno de los pistoleros lo alcanzó y le propinó diez balazos, dejándolo muerto en el porche.
El joven de 18 años recibió los tiros en cabeza, pecho, abdomen, brazo y muslo izquierdo. La Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargó de la inspección técnica y de recolectar cinco vainillas que quedaron cerca del cadáver.
Una familiar de la víctima mortal señaló que Jainer no tenía amenazas ni problemas con nadie. “A él le gustaba pasársela acá. Antes trabajaba en una finca cargando madera”, agregó la mujer.
¿Fue un ajuste de cuentas?
Extraoficialmente se conoció que el asesinato de Jainer Páez estaría, presuntamente, involucrado con un tema de microtráfico en esa invasión donde ocurrió el lamentable suceso.
“Las primeras hipótesis indican que los atacantes iban a cobrar un dinero que la víctima tenía”, aseguró una fuente judicial cercana a la investigación.
El coronel Juan Carlos Ramírez, comandante de la Policía Metropolitana, indicó que ya se están ejecutando operativos en la zona para identificar y capturar a los responsables del ataque.
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