Dolidos, llenos de rabia y hasta atemorizados, llegaron a Cúcuta dos familiares del niño que, junto con otro joven, fue asesinado el pasado viernes en Tibú, a manos de presuntos miembros de la disidencia del frente 33 de las Farc, luego de ser detenidos por unas personas y acusados de, presuntamente, haber cometido un robo en un local de ropa.
Se trata de una tía y un hermano, quienes luego de viajar varias hora arribaron a la capital de Norte de Santander a llevar a cabo las diligencias pertinentes ante la Fiscalía para reclamar el cadáver y llevarlo directamente a Maracaibo (Venezuela), donde es esperado por toda la familia para sepultarlo.
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En medio del dolor y la rabia que sienten estas dos personas, aseguraron que no tenían nada que decir ante lo sucedido, pues no sabían qué estaba haciendo el niño con el otro joven y que lo único que han conocido es lo que ha salido en los medios de comunicación.
“Yo no puedo hablar nada de lo que pasó, pues mi sobrino se vino para Colombia a buscar una mejor calidad de vida y mire lo que le pasó”, señaló la tía del pequeño de 15 años asesinado.
Irónicamente, la mujer también dijo que, “lo único que puedo es felicitar al Gobierno de Colombia, por las ‘joyitas’ que tienen acá”. Con esto se refirió a la disidencia de las Farc, quien fue responsabilidad del doble asesinato.
El hermano del menor fue enfático en asegurar que no quería hablar al respecto y que pedía que les respetaran el dolor que tenían.
Hacia las 8:00 de la mañana, de hoy, 12 de octubre, las dos personas llegaron a la morgue de Medicina Legal a identificar el cadáver, luego de hacerlo se dirigieron hacia la Fiscalía, donde son entrevistados por las autoridades.
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Se espera que la Fiscalía autorice la entrega del cuerpo del niño para que lo trasladen rápidamente a su país de origen.
La Opinión conoció en primicia que el menor de edad es de la etnia wayúu que está en Maracaibo (Venezuela) y que hace un par de meses él y un hermano se vinieron de allá para Colombia, a buscar una mejor calidad vida, radicándose en la vereda Versalles, de Tibú.
Espere mañana más detalles de este caso que estremeció a Tibú y ha sido rechazado por las organizaciones defensoras de derechos humanos, la ONU y hasta el mismo presidente Iván Duque.
Y precisamente, por lo sucedido con los dos jóvenes en Tibú, el director de la Policía Nacional, Jorge Luis Vargas, dispuso que un grupo de investigadores se trasladaran a ese municipio del Catatumbo para que se encargue del esclarecimiento del trágico hecho y se identifique a los asesinos.
Además, el mayor general Carlos Ernesto Rodríguez Cortés, inspector de la Policía, también llegó a ese municipio para adelantar las investigaciones contra los uniformados por una aparente negligencia y omisión de sus deberes, al no contestar las llamadas que le habrían hecho varios habitantes, el día que agarraron a los jóvenes en el presunto robo, minutos antes de que los miembros de la disidencia de las Farc se los llevaran a la fuerza para matarlos.
