Constantemente, el Ejército refuerza su estrategia para debilitar a los grupos armados ilegales que operan en Norte de Santander y afectar sus finanzas, concentradas en el narcotráfico.
Sin lugar a dudas, las guerrillas de las Farc y el Eln, junto al Epl o los llamados Pelusos, al igual que las bandas criminales, se han enfrascado, a través de la historia, en una guerra por dominar los territorios donde es común la producción de droga, como la zona del Catatumbo.
Allí, la siembra de la hoja de coca y el procesamiento de la misma es una tarea que envuelve a toda la población.
Ofrecer más dinero o tal vez pagarlo de manera inmediata al campesino por cada kilo de hoja de coca, es una de las jugadas que más utilizan los grupos ilegales para fortalecer el negocio del narcotráfico que deja millonarias ganancias.
Según información de inteligencia, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (Eln) se encarga de producir droga y dejarla al servicio del Epl, para que esta organización, guiada por los lineamientos que quedaron después de la muerte de Víctor Ramón Navarro Serrano, ‘Megateo’, en manos de Jader Navarro Barbosa, ‘Caracho’, la comercialice en los escenarios internacionales.
Las autoridades también han evidenciado las alianzas entre estos grupos ilegales para expandirse en la región y así dominar la producción de los narcóticos.
En lo corrido de este año, soldados de la Trigésima Brigada del Ejército, adscritos a la Fuerza de Tarea Vulcano, han neutralizado 38 laboratorios para el procesamiento de droga pertenecientes al Eln en Norte de Santander.
En El Tarra están la mayoría de estas estructuras con 17 laboratorios; seguido está Tibú con 11; y en Sardinata se han encontrado tres.
El pasado 19 de abril, soldados del Grupo de Caballería Mecanizado N°5 General Hermógenes Maza del Ejército y la compañía Antinarcóticos de la Policía hallaron un cristalizadero de cocaína y un laboratorio en la vereda Batatal, perteneciente al Eln, en el que fueron encontrados 89 kilos de clorhidrato de cocaína, 815 de galones de acetona, ácido clorhídrico, 20 kilos de permanganato de potasio y 25 kilos de soda cáustica.
En el laboratorio, de la compañía Héroes del Catatumbo, se incautaron 350 galones de Acpm, 250 kilos de urea y gasolina, que eran utilizados para procesar la pasta base de coca.
Siete días antes de este hallazgo, la Fuerza de Tarea Vulcano del Ejército desmanteló cuatro estructuras para procesar pasta base de coca, pertenecientes al Frente Héctor del Eln, en el Catatumbo.
El descubrimiento se produjo en zona rural de las veredas El Bejuco, Llana Baja y Santa Lucía (Teorama), donde los guerrilleros almacenaban 1.260 galones de base de coca en proceso, 650 kilos de hoja de coca, 100 kilos de cemento, 60 galones de gasolina, 42 kilos de permanganato, entre otros elemento necesarios para la producción de la sustancia ilícita.
¿Cómo se estructuran?
Según el Ejército, el frente Enrique León Guerra y el Juan Fernando Porras Martínez, bajo el mando de un hombre conocido como ‘Gonzalo Satélite’, dominan las finanzas derivadas del narcotráfico en esta guerrilla.
El León Guerra se concentra entre Tibú y La Gabarra, manteniendo alianzas con los otros grupos armados ilegales que allí operan.
Mientras que el Juan Fernando Porras domina desde Tibú hasta Cúcuta. Este frente de guerra es uno de los más referenciados por las autoridades con injerencia también en zonas como Sardinata y otros municipios del Catatumbo, sin desconocer la expansión de los diferentes grupos del Eln como la compañía Comandante Diego, la Capitán Francisco Bossio, entre otros.
Las autoridades insisten en que continuarán afectando la producción de droga en Norte de Santander, con el objetivo de contrarrestar la cadena criminal que se desprende de este negocio ilícito.
