Han pasado siete meses desde la extraña muerte del soldado Emerson Alexander Martínez Romero dentro de una garita de la Trigésima Brigada del Ejército, cuando prestaba guardia y resultó con un disparo en el abdomen,  en la mañana del domingo 31 de julio.

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Para el hermano mayor del militar ha sido difícil superar ese trágico momento en el que lo llamaron para decirle que Emerson, aparentemente tomó la equivocada decisión de dispararse con un fusil. “Nosotros no creemos en eso porque él siempre mostró deseos de vivir, hasta habló con mi mamá por WhatsApp, hacia las 4:00 de la madrugada, mientras estaba de centinela, queremos que se investigue (…)”, señaló.

El dictamen que les entregó Medicina Legal a los familiares concluyó que Emerson, de 18 años y nacido en el corregimiento Buena Esperanza (zona rural de Cúcuta), se había disparado con su fusil. También, según el hermano, hubo testigos del hecho, aunque inicialmente el Ejército dijo que los militares que estaban cerca solo escucharon un tiro.

La versión del Ejército

El coronel Ángel Fernando Carvajal, comandante de la Trigésima Brigada, indicó que el cotejo balístico que entregó Medicina Legal indicó que el dictamen forense arrojó que el joven soldado se disparó, debido a la trayectoria que tuvo la bala y que en la piel quedó un ‘tatuaje’ de la pólvora.

“Nosotros lamentamos el hecho, es triste que ocurra esto porque acá desde el coronel más antiguo hasta el soldado más nuevo son importantes. Hemos estado acompañando a la familia en este duelo”, indicó Carvajal.

Una fuente militar explicó que el Ejército espera que las autoridades venezolanas entreguen una copia del acta de defunción del padre de Martínez Romero, quien habría muerto en Venezuela, para entregarle un seguro a la familia. “El joven puso a su padre y madre en un seguro, pero como el papá murió se necesita el certificado para que la aseguradora entregue el monto a la familia”, indicó.

Escucharon unos disparos

El trágico final de este miembro de la Policía Militar se dio a las 7:00 de la mañana, cuando un disparo retumbó en Trigésima Brigada, interrumpiendo la tranquilidad del cantón San Jorge.

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El suboficial a cargo de la seguridad de la guarnición, junto con otros uniformados, al escuchar la detonación corrieron a verificar qué había pasado y al llegar a la garita donde estaba Emerson Martínez, lo encontraron tendido en el suelo.

Una fuente judicial indicó en su momento que el soldado estuvo dentro de la garita durante la noche del sábado y la madrugada de ayer, pues cumplía con el turno nocturno y, cuando sonó el disparo, era precisamente la hora del relevo.

El  arma fue entregada para el análisis pertinente, además, la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargó de recopilar información para tener más certeza de lo ocurrido.

Se conoció que los soldados al llegar y ver a su compañero gravemente herido, lo primero que hicieron fue ir al dispensario de armas, para ver si hacía falta algún fusil o pistola. Mientras un grupo revisaba la armería, otros cargaron a Emerson hasta la entrada del batallón, donde lo esperaba una ambulancia.

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