El terror, las balas y los homicidios en el área metropolitana, ocasionados en pasos ilegales o veredas de la zona rural, cada vez parecen más comunes. Así también como el silencio y las miradas esquivas de personas que transitan o viven cerca a estos territorios y que, a diario, deben presenciar a integrantes de grupos armados controlar el tráfico de personas y mercancías.
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Solo dos días después de que se presentara el asesinato de un menor, de 16 años, y un hombre, de 27, en la vereda Los Peracos, en el Anillo Vial Oriental, sector de Boconó, cerca a la entrada de la trocha conocida como La 51, otros dos cuerpos sin vida atemorizaron a conductores que pasaban el viernes a las 11:00 de la noche.
Por redes sociales, personas alarmadas grabaron el trancón y los cuerpos que estaban en el asfalto. Uno de ellos al costado de la vía y el otro en el medio.
No pasaron muchos minutos cuando arribó la Policía al lugar, que luego de verificar, informó a la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brihno) para que hiciera presencia en el sitio.
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“Al parecer, el hecho violento se dio por el control territorial del paso fronterizo, estamos analizando todo el material probatorio, pero se tiene la hipótesis de que las víctimas estaban siendo perseguidas por delincuentes con armamento de largo y corto alcance. Lastimosamente, los alcanzaron y ultimaron”, aseguró una fuente policial.