Desde el 30 de octubre de 2016, cuando la Policía de Curazao detuvo a dos hombres que estaban en una camioneta con 290 kilos de cocaína, dentro del aeropuerto internacional, cuando pretendían montar la droga en una avioneta, el nombre de Jesús Salvador Villegas Sánchez entró en el radar de las autoridades internacionales.
¿Pero quién es este hombre? Villegas Sánchez es un reconocido empresario en la provincia de Ocaña, donde sería el dueño de una estación de servicio y un hotel en las afueras de Ábrego. Además, en julio de 2019 fue secuestrado por un grupo de hombres fuertemente armado y semanas más tarde recuperó la libertad.
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Jesús Salvador o ‘Don Salva’, como le dicen sus más cercanos amigos en Ocaña y en Cúcuta, comenzó a ser rastreado por las autoridades de Estados Unidos, porque esa camioneta que cayó en Curazao, era la segunda vez, en ocho días, que la usaban para el transporte de droga en la misma terminal aérea.
La primera vez que usaron este vehículo para transportar droga fue el 22 de octubre de 2016. Los organismos de seguridad se enteraron de que en la camioneta llevaron 429 kilos de cocaína hacia una avioneta y el alcaloide salió con rumbo al Aeropuerto Internacional Toronto Pearson, en Canadá.
Y, según se lee en un documento del Tribunal Superior de Justicia de Venezuela, en las declaraciones obtenidas por parte de los sospechosos arrestados en Curazao, Jesús Salvador Villegas y Diosmen de Jesús Montoya Cardoza serían los dueños del vehículo.
Las autoridades venezolanas también estuvieron enteradas de este caso, porque Montoya Cardoza, un ciudadano de ese país, fue solicitado en extradición por la justicia del Reino de los Países Bajos (Curazao).
Comenzó el seguimiento
La DEA fue la que asumió la investigación para establecer a qué organización narcotraficante pertenecerían los propietarios de aquel vehículo. Al ver que uno de ellos se encontraba en Norte de Santander y que fungía como un prestante empresario, se unieron con la Policía y empezaron a seguirle el rastro durante los últimos tres años.
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Se conoció que tanto las autoridades colombianas como las estadounidenses catalogaron a Jesús Salvador como un objetivo de alto valor y lo tenían dentro de los objetivos estratégicos para ser capturado este año, porque la Corte del Distrito Oriental de Texas le emitió una orden de captura y extradición por narcotráfico.
Según las autoridades, Jesús Salvador Villegas era un dinamizador de la criminalidad en Norte de Santander y Bolívar, además, lo hacen responsable del envío de al menos ocho toneladas de cocaína hacia los Estados Unidos, en el último año.
Para la Policía y la DEA este hombre era un ‘narco’ independiente, “que tenía vínculos directos con las estructuras criminales del Clan del Golfo y Eln, su poder económico le permitía tener el control absoluto de la producción, transporte y exportación de cocaína hacia Centro América y Estados Unidos”.
El reporte judicial también indicó que, supuestamente, ‘Don Salva’ enviaba la cocaína hacia los puertos marítimos de la zona Caribe de Colombia y luego la metía en embarcaciones de gran calado, que transportaban en contenedores.
La fachada
Las autoridades también señalaron que Villegas Sánchez tenía como fachada ser empresario y dueño de restaurantes, hoteles y estaciones de servicio en Norte de Santander y Magdalena, y que, presuntamente, por eso lograba lavar el dinero del narcotráfico que ganaba.
“Esta persona contrataba cantantes reconocidos de música vallenata para amenizar sus fiestas y contaba con su propio esquema de seguridad”, señaló una fuente judicial.
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Además, tener esos negocios en la provincia de Ocaña, le habría ayudado en la producción y compra de la cocaína que presuntamente enviaba hacia Estados Unidos.
La captura
Por eso, una vez tuvieron la solicitud de extradición por parte de la Corte del Distrito Oriental de Texas, unidades de la Dijín y de la DEA se trasladaron hacia esta región del país y capturaron a Jesús Salvador Villegas Sánchez.
‘Don Salva’, según se conoció, fue detenido y trasladado hacia Cúcuta con un enorme dispositivo de seguridad, porque las autoridades conocían del poder y los contactos políticos que él tiene.
“Él duró unas horas en Cúcuta y luego lo trasladaron en una avioneta de la Policía a Bogotá. Ya fue presentado ante un juez y quedó en la cárcel La Picota esperando el visto bueno para ser extraditado hacia Estados Unidos”, comentó la fuente judicial.
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