Las interceptaciones de las líneas telefónicas de varios presuntos integrantes del frente Carlos Armando Cacua Guerrero, del Eln, en mayo de 2020, fue el inicio de la investigación para capturar a Yairo Emiro Galván Claro, alias ‘Toreto’, señalado de ser integrante de esa guerrilla.

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Con esa labor, los investigadores conocieron sobre los planes, ubicaciones y demás información de presuntos guerrilleros, entre ellos sobre ‘Toreto’, quien es señalado de ser un explosivista de ese frente que delinque en Hacarí.

El hombre, según las autoridades, estaría involucrado en el fallido ataque a unos helicópteros que abastecían a las tropas en ese municipio del Catatumbo, en 2020.

 “A él y a ‘Juancho Pellejo’ se les atribuye que, presuntamente, hace tres años montaron unas rampas de lanzamientos de explosivos en la vereda Islitas, zona rural de Hacarí. El Ejército encontró esos elementos e impidió que se efectuara el ataque”, indicó una fuente judicial cercana a la investigación.

La seguidilla que durante tres años le hicieron las autoridades al presunto miembro del Eln, quien es descrito por los investigadores que le siguieron la pista como alguien desconfiado y difícil de localizar, finalizó la semana pasada con su captura en Ocaña.

Su misión en el Eln

Las autoridades conocieron que Galván Claro estuvo en el Eln durante ocho años, como explosivista y habría sido de los hombres de confianza de ‘Kevin’, uno de los líderes del frente Carlos Armando Cacua Guerrero.

‘Toreto’, según las autoridades, habría recibido en varias oportunidades la misión de sembrar campos minados en Hacarí, para atentar contra la Fuerza Pública.

Las minas las instalaba con ‘Juancho Pellejo’, que es considerado un hábil explosivista y quien le habría enseñado a Yairo Galván todo sobre la fabricación de artefactos explosivos.

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“El hombre (‘Toreto’) también era ‘tropero’, que son hombres entrenados para el combate. Igualmente se desempeñaba en la recolección de información para el ataque contra la Fuerza Pública”, señaló la fuente.

La captura

Aunque Yairo Galván estuvo bajo la lupa de las autoridades desde que ‘chuzaron’ su línea telefónica, fue difícil capturarlo, porque no salía de la zona rural de Hacarí, donde según información de inteligencia, se escondía con otros integrantes del Eln.

Sin embargo, las autoridades conocieron que él recientemente se desplazó para Ocaña y el casco urbano de Hacarí para, supuestamente, recopilar datos sobre los movimientos de los uniformados que están en las estaciones de Policía de esos municipios.

“Nos enteramos que lo habían visto recientemente en esos municipios, por lo que se nos hizo extraño que estuviera en la calle como si nada, pues resulta que él se la pasaba cerca de las estaciones, observando cómo prestaban guardia o con quiénes hablaban los uniformados”, añadió la fuente.

El pasado domingo, varios policías que patrullaban el barrio Juan 23, en Ocaña, reconocieron a ‘Toreto’, quien caminaba tranquilamente por el lugar, deteniéndolo y trasladándolo a la estación de Policía, donde confirmaron de quién se trataba y que tenía una orden de captura por concierto para delinquir y rebelión.

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