Lo que sería una noche de chistes, alegría y celebración por el cumpleaños 25 de Juan José León Chávez casi termina en tragedia, muerte y luto cuando en plena celebración tres hombres dispararon hasta lograr herir al cumpleañero y a dos hombres más que lo acompañaban.

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Según testigos, unos 8 jóvenes llegaron a una tienda esquinera ubicada en la avenida 7 con calle 4 del barrio Carlos Ramírez París, a las 6:00 de la tarde del miércoles para reunirse.

“Antes una de las personas (herida) vivía a pocas casas de esa tienda, lo que vi fue que los jóvenes le pidieron unas sillas a la dueña de la tienda y se sentaron debajo de un árbol, cerca al andén porque los dueños de ese local atienden a puerta cerrada”, aseguró una vecina.

Allí, los jóvenes estuvieron alrededor de dos horas pidiendo cerveza y aguardiente, mientras comían la torta de cumpleaños hasta que a las 9:30 de la noche, se acercaron los desconocidos armados en una moto y el caos se apoderó de esa esquina.

“Escuché entre ocho o nueve disparos, la verdad el pánico me dominó, lo único que pude hacer fue cerrar las puertas de mi casa y rezar para que ningún tiro terminara hiriendo a mi familia. Los jóvenes salieron a correr, uno de ellos el más herido empezó a gritar y pegarle a la reja de la tienda para que le abrieran, pero como no tuvo respuesta se escondió en otro lado”, explicó otro vecino.

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Los heridos fueron trasladados minutos después a centros asistenciales para auxiliarlos.

Juan José León Chávez recibió un impacto de bala en su pierna izquierda; Brayan Eduardo Martínez Maldonado, de 23, un disparo en su pierna izquierda que resultó fracturando uno de sus huesos, y Deivi Alexander Colina Obregón, un tiro en la cadera.

Media hora después, las autoridades acudieron al sitio para adelantar las pesquisas y recopilar pistas que permitan identificar a los responsables. Así mismo, verifican varios videos de cámaras de la cuadra.

“Luego que pasó el escándalo, nosotros entramos las sillas y al momento llegó la Policía. Me parece que una de las víctimas arreglaba motos, cuando vivía por acá uno lo veía en esas. Una lástima lo que sucedió, pero aparte de ese evento, las cosas en este sector no estaban tan peligrosas, había retornado la calma”, manifestó la dueña del establecimiento.

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Al día siguiente todavía era evidente que en aquella tienda había sucedido un acto de violencia, en el mismo lugar donde se habían sentado la noche anterior los jóvenes estaban algunas botellas de aguardiente vacías junto con pequeñas manchas de sangre que se esparcían por toda la tienda, hasta la reja donde uno de los heridos pidió ayuda.

“Nosotros para evitarnos ese tipo de situaciones tampoco vendemos cerveza, ellos fueron los que las traían de otros locales. Lo único que me pidieron fue tres sillas porque iban a partir una torta y mire como terminó todo. Pero bueno, menos mal ninguno de ellos murió”, concluyó la tendera.

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