Desde la noche del pasado sábado, cuando Álvaro Andrés Villalba Ortega no regresó a su casa, en Ciudad Rodeo, su pareja y demás familiares empezaron a sentir el presagio de que algo malo le había ocurrido.

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Las horas se hicieron eternas. La espera se prolongó y la poca esperanza de hallarlo sano y salvo se desvanecieron cuando la compañera sentimental y la mamá fueron a buscarlo al lugar para donde presuntamente salió a las 4:30 de la tarde del sábado.

“Fuimos a la casa del amigo, donde me dijo que iba a estar y allá me dijeron que él nunca llegó, por lo que no sabían dónde estaba”, recordó la pareja de Villalba, mientras adelantaba los trámites para reclamar el cadáver.

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Aunque insistió constantemente en las llamadas al celular, no volvió a responder, situación que aumentó las sospechas de que algo extraño había ocurrido.

Y el lunes, cuando leyeron en este periódico que en el barrio El Progreso apareció un hombre muerto y vieron la foto, confirmaron que a Álvaro Andrés lo habían asesinado.

Una amenaza

Algunos familiares de Villalba, aseguraron que su ser querido era consumidor de drogas y que, al parecer, en medio de un problema que tuvo con un hombre, por una deuda de algunas dosis, fue lanzada una amenaza de muerte, por lo que consideran que el hecho fue producto de esta advertencia.

Álvaro Andrés trabajaba como albañil y se caracterizaba por ser una buena persona, amigable y noble.

Su pareja aseguró que, a pesar de que él consumía marihuana, se dedicaba normalmente a sus labores y trabajaba para conseguir el sustento de su hogar.

El crimen

La mañana del domingo, miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargaron de la inspección y el levantamiento del cadáver de la víctima, que hasta ese momento no había sido identificado.

Los investigadores se percataron de que el hombre asesinado fue atacado a golpes con una piedra en la cabeza y además, tenía puñaladas en su cuerpo.

El hallazgo se produjo en una zona boscosa del barrio El Progreso, que colinda con el Anillo Vial Occidental y la urbanización Los Estoraques.

Según una fuente judicial, el cadáver fue encontrado en medio de la búsqueda de dos atracadores, que minutos antes habían robado a una mujer, por lo que los vecinos del sector intentaron agarrarlos para entregarlos a las autoridades.

Sin embargo, cuando uno de los habitantes de este popular sector estaba tras las pistas de los ladrones, se percató de que en medio de la maraña un cuerpo de un hombre.

La víctima no tenía documentos, por lo que fue trasladada al Instituto de Medicina Legal, donde los familiares la reconocieron.

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