Los gritos de unas personas y el sonido del motor de una volqueta fueron las señales que indicaron que dentro de un parqueadero donde también arreglan vehículos, ubicado en la vía que conduce a Puerto Santander, frente al barrio La Concordia, había ocurrido una tragedia, ayer, a la 1:30 de la tarde.

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Cuando algunos hombres corrieron a ver qué había pasado, encontraron a Carlos Adolfo Vera Gamboa y a su sobrino Rodolfo Antonio Larrota Vera muertos sobre la silla de un carro que habían acomodado entre los dos ejes de la volqueta que estaban reparando en ese momento, para ellos descansar durante el mediodía.

Según testigos, el  mecánico se montó a la cabina de la volqueta, que estaba parqueada ahí para que la pintaran y arreglaran algunas cosas eléctricas, y, al parecer, movió uno de los  cables del encendido, lo que provocó que se prendiera y como tenía puesto un cambió, arrancó, pasándole por encima a los dos hombres.

Los cuerpos de Carlos Adolfo, de 82 años, y Rodolfo Antonio, de 51, quedaron sobre el asiento, mientras que el automotor se detuvo más adelante, según se conoció, luego de impactar una motocicleta, de placa AE0T12G, que quedó debajo de las llantas delanteras.

“Es que lo que dicen es que esa volqueta la dejaron en primera (palanca de cambios), por lo que el mecánico al mover un cable la encendió y ese automotor comenzó a moverse para adelante y para atrás, aplastando a los dos señores, se frenó porque arrolló una moto”, indicó un testigo.

Momentos de dolor de la familia

Las víctimas, quienes eran conductores oriundos de Pamplona, llegaron al parqueadero en la mañana en un camión, junto con otro hombre, para que les repararan unos daños del automotor, pero mientras esperaban a que el mecánico llegara, se sentaron en el asiento a descansar y resguardarse del sol.

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Un acompañante de las víctimas se salvó porque momentos antes se levantó para traer una herramienta dentro del camión en el que iban, cuando escuchó el sonido de la volqueta y unos gritos, vio la terrible escena de tío y sobrino.

“Yo me levanté, escuché eso y al ratico los vi ahí tirados. Dios mío, eso es terrible y más que ellos no eran malas personas”, comentó el hombre.

Varias unidades de la Policía al recibir la alerta llegaron hasta el sitio para verificar lo ocurrido, encontrando los dos cuerpos tapados, por eso, de inmediato le informaron a las autoridades de tránsito para que se encargaran de la inspección técnica.

En cuestión de segundos, el lugar se llenó de curiosos que observaban los cuerpos y al mecánico sentado a pocos metros, hablando con unos policías sobre lo sucedido, con cara de preocupación.

Hasta el sitio también llegaron varios familiares, quienes se enteraron del trágico hecho por una llamada.

El mecánico, hacia las 3:40 de la tarde, fue trasladado en el platón de una patrulla hacia la Fiscalía, mientras las unidades de criminalística de la Policía de Tránsito y Transporte se encargaban de la diligencia judicial.

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