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Eduardo Rozo Jaimes
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En su vida Cúcuta es sinónimo de familia, ancestros, historia, es una ciudad que le despierta orgullo y que ha contribuido a la construcción de su pensamiento crítico, el mismo que estimula a diario desde las actividades que lidera como padrino del Bicentenario de la Constitución de 1821. Él, José Luis Acero Vergel, se ha caracterizado desde su cargo como viceministro de Agua Potable y Saneamiento Básico, por conectarse con el desarrollo integral de su región.

Oriundo de la tierra de Juana Rangel de Cuéllar, Acero fue designado por el presidente, Iván Duque Márquez, como su vocero oficial para liderar la conmemoración del Bicentenario de la carta magna que le dio origen a la Gran Colombia: la Constitución de 1821, actividades que engrandecen a Norte de Santander y que recuerdan la importancia de este departamento en lo que define a Colombia como nación.

Para el viceministro cucuteño el Bicentenario representa una oportunidad para seguirse conectando con sus raíces. Él, hijo de la psicóloga, Liliana Vergel Canal y del ingeniero industrial José Luis Acero Colmenares, recuerda que los años que pasó en la frontera fueron pocos, pero calaron en su esencia.

“A mi mente viene segundo de primaria en el colegio Domingo Savio, en esa época separaban a los niños de las niñas y al salir al descanso estábamos en patios diferentes. En el nuestro, quien atendía la tienda era sordomudo, su rostro quedó en mi mente para siempre por su calidez humana”, dijo Acero. 

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Él, nació el 30 de mayo de 1983 y a sus 38 años habla con firmeza de los valores que inculcaron sus padres y conserva: la honestidad y la transparencia. “La familia es uno de los pilares que rigen mi esencia como persona, pero también la laboral, las relaciones que tejemos a diario con nuestros semejantes”.

El carismático Acero es el mayor de tres hermanos -con él están María Elisa y Juan Antonio-. Es ingeniero industrial graduado en la Universidad de Los Andes y allí mismo cursó una maestría en economía. Además, en la Universidad de Columbia, en Nueva York, se formó como magister en administración pública.

Antes de ser nombrado viceministro del gobierno Duque, el cucuteño se desempeñaba como consultor en desarrollo urbano y vivienda del Banco Mundial. Por esta labor permaneció cinco años en Washington.

Los papás de Acero han marcado su vida y esas enseñanzas se las transmite a sus hijos Alejandro y Amelia, su tesoro más preciado. “Mi mamá, Liliana Vergel, se graduó de la Javeriana y ha dedicado su vida a proyectos de desarrollo, tanto en el sector público como privado. Cuando Antonio José Lizarazo Ocampo fue gobernador, ella creó el programa de inclusión y liderazgo de jóvenes en la Gobernación”.

Su papá, de quien lleva su nombre y a quien también le debe su profesión, ha dedicado su vida a la banca de inversiones. “Es un dato curioso, él publicó un libro sobre ese tema, pero además es poeta y sacó al mercado un título sobre poesía erótica. Es un apasionado de la lectura y tiene un corazón enorme”.

Desde el punto de vista histórico el Bicentenario de la Constitución de 1821, es una de las celebraciones más importantes para reconocer la creación de la República y de acuerdo con la visión de Acero, los mensajes han buscado conectar a los ciudadanos para que reconozcan no solo lo que pasó, sino las lecciones y cómo se puede proyectar la región.

“Esta es una celebración de carácter internacional, aquí todo comenzó y debe interiorizarse y reconocerse el papel de Norte de Santander en el desarrollo del país. Es claro que, si pasó una vez, puede volver a suceder, aquí tuvimos el primer ferrocarril, los primeros canales de comercio, la primera planta de café, la Constitución…”.

Y, para que vuelva a suceder, se requiere no solo de voluntad de los líderes de la región, sino del empoderamiento de la ciudadanía con su territorio. En el análisis que hace Acero de su departamento, Norte de Santander es diverso y no se puede impulsar el desarrollo de la misma manera en el Catatumbo, en las provincias de Pamplona y de Ocaña, en Cúcuta y en el área metropolitana.

“En el reconocimiento de esa diversidad, debemos ser capaces de concretar unos modelos subregionales y hacernos competitivos. En el Catatumbo se debe concretar el tema vial para que los productos salgan sin dificultades, al tiempo que se da solución a temas de agua potable y saneamiento básico, además de facilitarse el acceso a mercados y garantizarse la presencia institucional”.

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Para el caso de la ruta Cúcuta-Ocaña, la vía debe hacerse un corredor que facilite la competitividad y la conexión con el mar Caribe. En el caso de Pamplona, la Universidad debe potencializar aún más la dinámica con los estudiantes, con centros de conocimiento agresivos desde donde se promueva la tecnología y la investigación.

“Cada provincia tiene su particularidad y los planes de desarrollo deben estar orientados a eso, aquí es un tema de voluntad, de gestión ante el Gobierno Nacional y de buscar recursos internacionales”.

Para Acero, lo que define a Norte de Santander y a su gente, es el orgullo que se siente por una tierra que ha sido parte vital en la historia de Colombia y ese orgullo, debe ser el motor para impulsar desde cada una de las actividades que desarrollan los nortesantandereanos, proyectos que redunden en el interés colectivo, en el bienestar de las familias.

La labor de Acero, el viceministro de Agua Potable y Saneamiento Básico, está conectada con sus raíces y con su esencia como hijo ilustre de Cúcuta, la capital de Norte de Santander. Él, es modelo de gestión y ejemplo de cómo desde altos cargos en el Gobierno Nacional, se puede impactar positivamente en el territorio que lo vio nacer y por el que profesa un profundo orgullo.